Parece que hace mil años desde la última vez que escribí en mi blog, en esa entrada que deje apenas a principios de Diciembre, y no ha hecho más que pasar un simple mes. Las cosas cambian mucho o nada en apenas un segundo.
Hemos cambiado de año, un año que he empezado rompiendo un vaso. ¿mal augurio? Pues no lo se, simplemente espero que no. Un año nuevo que seguí discutiendo con la familia, de esas grandes y monumentales discusiones. Pero bueno, no es malo. Creo que si trato de enfocarlo con positivismo se deben a los cambios y los cambios al fin y al cabo son los que yo he buscado, los que yo quiero y los que vivo.

Así que Feliz Año 2013 para todos los que lean esta entrada y para los que no también. Y como le han pedido a Melchor muchas sonrisas para mi, espero que lleguen pronto. ¡Que los Reyes sean buenos! :)
¡Solo se vale ser feliz! ¡Vamos a por ello!