miércoles, 21 de septiembre de 2016

De principio a fin

Hace mucho que no escribía, y ahora sentada delante del mar encuentro las ganas para abrir el blog y escribir en él. Y es que no hay otro motivo de mi abandono que no querer enfrentarme a leer otras entradas o recordar otros momentos en los que lo he utilizado. 

Dicen que la vida es una aventura diaria... pero cuando mejor se aprecia esto es cuando sentada y mirando una puesta de sol, se reflexiona sobre lo que nos pasa día a día y como nos ha cambiado la vida en unos pocos meses.

He perdido gente en estos meses, personas que siempre serán mi pasado, y por supuesto se llevaron parte de mis sonrisas, de mis minutos y de mi tiempo regalado, porque a su lado era una aventura constante. He tomado decisiones que no han sido fáciles, he dicho un "no" que me han roto un poco por dentro mientras se pronunciaba y he enfrentado situaciones que antes evitaba. Y ahora estoy aceptando las consecuencias que no siempre son como uno quiere en su vida, pero que tal vez sean lo mejor en el futuro. 

Pero también he ganado a otras personas, he recuperado una vieja amistad, de esas que sabías que eran para toda la vida y que yo solita malogré. Nunca será como fue en el pasado, pero no quiero que vuelva a desaparecer de mi vida, porque me resulta reconfortante y me da paz saber que anda ahí para un café un sábado tarde y una charla de recuerdos mezclados. 

Y ahora estoy conociendo gente nueva, es una nueva etapa, una nueva ciudad, nuevas personas, darse la oportunidad de conocerse y conocernos... conocer, afrontar miedos, ser tú misma a ratos y sonreír en otros... arriesgarse a salir y cenar o encerrarse y pensar, apostar por nuevas metas futuras y luchar por lo que se quiere, ratos de silencio en casa y jaleo y bullicio por las mañanas, echar de menos lo conocido y a tu gente, aprovecharse cuando se vuelve a casa, disfrutar de este momento como si no hubiese un mañana, de una puesta de sol que no se volverá a repetir, con un barco al fondo, un sol naranja y un cielo teñido de rosas y morados, algo que hace el mejor momento del día.

Y mientras tanto, mientras todo esto me ocurre, lo más importante es saber que me estoy olvidando de ti, que poco a poco duele menos pensarte y que mi gracias sincero por no escribirme se mezcla cada vez menos con unas lágrimas esporádicas por el adiós. Porque nunca se sabe lo que se tiene hasta que se pierde y yo perdí y sin saber lo que tenía realmente. Porque me cansé de decirte que busques a alguien cuando pienso que yo era la persona perfecta para ti, pero tal vez en otra vida, ya que está claro que esta no lo fue. Porque quiero que seas tan feliz que hagas feliz a los de tu alrededor y así yo poder serlo, porque egoístamente, eso me quitaría culpa a mí.. porque en el fondo siempre has sido un gracias de principio hasta el fin.