jueves, 26 de abril de 2012

Caminando hacia ti

Me tienes enamorada, la tranquilidad que respiro a tu lado, la paz y sosiego que eres capaz de retransmitirme, las noches que has velado por mi y las lágrimas que me has visto derramar, hacen que te quiera. Simplemente siempre deseando poder escapar aunque sea un día, una semana o como ahora simplemente cuatro días contigo. 

Me encantas. Tienes todo lo que necesito para ser feliz. Miro hacia un lado y me gusta lo que veo, miro al otro y sigo viendo algo que me encanta. Respiro a libertad contigo, y al contrario de lo que pueda parecer por estar donde estás, siento que tengo más libertad que antes. Me das valor, me das el coraje que no tengo, siento que soy capaz de todo, de comerme el mundo si estoy ahí contigo, de lo que sea, de enfrentar al mundo entero por mí y mi felicidad, por mí y por lo que creo correcto y bien hecho. 

Ya queda nada para volver a encontrarnos y estar tú y yo. No importa que no esté sola, el mundo que me rodea realmente desaparece cuando estoy centrada en ti y en mi. Y no estoy segura de que esta vez pueda tener ese pequeño descanso del mundo para centrarme en ti, pero ojalá y me lo permitan, ojalá aunque sean solo cinco minutos ininterrumpidos, que lo hagan parecer una eternidad. Porque contigo mucho es poco.

En nada estaré contigo, Constantina, en nada estaré en casa de nuevo, en nada estaré pisando tu suelo. 

miércoles, 25 de abril de 2012

Mis colecciones

Todo el mundo atesora cosas, todo el mundo tiene algo que le gusta juntar y poder crear su pequeña colección especial. Yo tengo varias, de hecho no son ni una, ni dos... sino tres cosas las que me gusta juntar poquito a poco y en la que los demás me ayudan a juntar y a hacer mías. 

Una de ellas son las postales. Nunca pensé en crear una colección propia y de hecho nunca me compro ninguna para mí misma. Mi colección es más bien muy pequeña y solo son siete u ocho, pero son muy especiales. Porque son lugares en los que han estado amigos míos, firmados por ellos y como muestra de que se han acordado de mi en aquellos lugares donde han estado. Y quizás, tal vez, algún día sean lugares que yo también haya podido visitar. 

Mi otra colección y donde si participo yo en su propia creación, son vasos de chupito. Todo empezó un poco como en broma, y hoy en día casi todo el mundo que viaja fuera me trae un vaso como recuerdo, incluso mi propia familia. Tengo vasos de Amsterdam, Malta, Londres, Cuba, etc. Le tengo un gran cariño y los cuido como oro en paño. 

Y luego y por último están los momentos sorpresas. Son momentos que guardo en mi memoria y los atesoro. Momentos que vivo con la gente que quiero, simplemente son recuerdos. Algunos puede que sean un abrazo, otro puede que sea un regalo que me hicieron, otro tal vez una sonrisa que me dijeron o una palabra en el momento adecuado. Otros son risas, risas y más risas. Un momento de tranquilidad, un lugar especial, una caricia... 

domingo, 22 de abril de 2012

Hoy he soñado...

Hoy he soñado, que pena fue un sueño. Y aún así quiero dejar constancia por aquí de lo soñado. Quiero que en algún lugar quede presente el bonito sueño que he tenido, de esos que te hacen levantarte con una sonrisa. 

Imaginad que vais en un coche y que tienes que ir con los ojos cerrados. Los llevas cerrados por decisión propia, no hay ninguna venda que dificulte tu visión en caso de que quieras abrirlos y aún así lo cierras. A tu lado hay alguien, la persona que conduce y no importa quién es porque tu vas segura, no temes nada. Tienes la sensación de que vas a un lugar genial, algo que te gustará pero aún así no lo sabes.

Llegas al final del trayecto y no sabes si ha sido mucho o poco, simplemente tiempo sin importar la cantidad. Abres los ojos y estás en un lugar fantástico, te sientes como una princesita por estar ahí, especial, única, alguien con mucha suerte y no cabes en ti de felicidad. Terminas en este sitio y vuelves a ir a otro y pero ya con los ojos abiertos. Vuelves a ser igual de feliz o incluso más ¿eso se puede? El caso es que una vez más te subes a un coche y de nuevo con los ojos abiertos te diriges a.... no sabes donde te diriges pero te dejas llevar, y cuanto más cerca estas del final, empiezas a intuir que es. 

Quieres saltar de alegría, buscar a la persona que conduce y darle un gran abrazo y un beso. Estás en un sitio alto con un paisaje precioso. No sabes dónde, pero ahí estás. Es una maravilla. No te cansas de mirar lo que está por debajo de tus pies y sientes la felicidad, la puedes tocar. Es increíble. Estás segura de que en ese momento no hay nadie más feliz que tú en este mundo. Porque lo tienes todo en ese momento para ser feliz. 

Pero entonces ocurre y despiertas de tu sueño, en lo mejor (como siempre pasa), pero tienes esa esperanza de que se vuelva a repetir una vez más porque hay sueños que se repiten y este puede ser uno de ellos. Mientras, ahora mismo, sonrío por poder mantener todo esto en mi cabeza y poder sentirlo aún no habiéndolo vivido. 

jueves, 19 de abril de 2012

Barcos por el mar

Te sientas y miras al horizonte. No hay más claridad que la que queda a tus espaldas por las excesivas luces que hay en tu ciudad. Cierras los ojos y sientes el aire en la cara, hueles el aire que te rodea, te apoyas en alguien si está a tu lado y si no tu espalda contra el banco. Te relajas, sonríes porque el momento es perfecto, tienes paz.

Entonces abres los ojos y a los lejos vislumbras unas luces en el horizonte, te preguntas que será y sólo puede ser una cosa, barcos navegando, de un lado a otro, con un rumbo fijo para desembarcar en algún puerto. Tal vez alguno sea un crucero lleno de gente con millones de ilusiones y miles de sonrisas, o puede que sea un barco pesquero buscando la comida para distintas familias. Puede que tal vez haya una lancha, un barco familiar celebrando algo, no se sabe y no lo sabré nunca.

Por segundos quieres embarcarte lejos y dejar esto, porque puede que no te conozcan y puedas ser tu misma, puede que en lo alto de un barco no existan las mismas reglas que hay en tu ciudad. Pero giras tu cabeza y miras lo que te rodea, las personas que están a tu lado y sonríes y te das cuenta que no tiene sentido ir a ningún sitio, si ellos no están contigo. 


viernes, 13 de abril de 2012

Mis animales favoritos

Todo el mundo tiene animales favoritos, quizás alguien solo tenga uno, quizás hay quien tenga un montón y puede que haya personas que no puedan elegir. Para mi, hay tres animales que me dicen algo, que me gusta verlos, que me atrae la idea de tener algo que me recuerde a ellos. 

  • koalas: Son animales adorables, realmente cariñosos y atienden a sus hijos siempre. Suelen abrazar siempre algo, y me parece genial. Porque no hay nada mejor que un abrazo. 
Además le encuentro algo parecido a mi... y es que duermen unas veinte horas al día, y si por mi fuera muchos días sería capaz de dormir también tanto tiempo.

  •  Delfines: desde chica me parecían increíbles, era sorprenderte ver como podían vivir dentro del agua pero les era necesario salir a la superficie. Como pueden disfrutar de dos mundos. 
Además tienen una belleza increíble, cuando salen fuera y saltan su figura es increíble, te transmite alegría ver algo así. Son animales pacíficos y duermen con un ojo abierto... algo realmente curioso. 

  • Mariquitas: me gustan sus colores, me gusta sentirlas andar por mi mano, me gusta que si quiere pueden ser libres para volar, me gusta lo que significan para mi, me gusta el nombre que reciben en ingles "lady bug" (señorita bichito). 

domingo, 1 de abril de 2012

Haciendo la maleta

No soy una persona muy viajera. No por nada, sino porque no me suele surgir la oportunidad de viajar y eso que es algo que me encanta. Pero últimamente parece que ando haciendo la maleta una vez por mes, y normalmente siempre es por placer. 

Hoy, he vuelto a hacer un día más la maleta. Simplemente para tres días, pero tres días en los que pienso ser muy feliz. En los que espero pasármelo bien, no parar de reír o sonreír y crear recuerdos, como cada vez que se viaja. 

Soy un desastre para preparar el equipaje. Siempre, pero siempre se me olvida algo. Me enfado cuando abro el armario y no se que puedo echarme, hará frío, hará calor, una camiseta, una camisa... la cámara que no se me puede olvidar, coger dinero, el cargador del móvil, etc. Esas cosas que son necesarias y con las que yo tengo un don muy pero que muy especial para que se me olvide. 

Ahora solo espero no haber olvidado nada, porque ya está la maleta hecha y quizás se me olvide algo material, pero va cargada de ilusión y felicidad.