martes, 31 de enero de 2012

Cuando la ciudad se ilumina...

Cuando la ciudad se ilumina, llega la noche, el frío y el silencio. La oscuridad se echa sobre las calles, la temperatura desciende y las personas empiezan a refugiarse en sus casas. Todo empieza a quedar desierto y vacío. Se transforma. 

Huyes de una ciudad que empieza a convertirse en fantasma para encontrarte con la realidad de tus pensamientos. Son los únicos que te acompañarán en tus pasos hasta llegar de nuevo a una desolada ciudad. Un pequeño rayo irrumpe en tu camino, el cielo se ilumina a uno de los lados mientras todo lo demás es oscuridad. Giras la cabeza y apenas percibes de una forma rápida unos haces de luz que parecen desafiar la monotonía de una vuelta por inercia. Dura unos segundos, escaso tiempo en lo que sigues tu camino sin detenerte. Pero piensas y te das cuenta de algo.

Cuando todo parece que será siempre igual, te das cuenta de que hay cientos de detalles a tu alrededor que no hacen ningún día igual a otro. Las personas con las que te encuentra cambian, la intensidad con la que avanzas oscila, pero que de vez en cuando hay algo que destaca y te hace ver que todo puede ser mejor si aprendemos a mirar lo que nos rodea.

Diary

Cuando era bien pequeñita, tenía un diario. Recuerdo que me lo regaló mi prima para un cumpleaños y que cuando me acordaba lo usaba, pero hacía mayor función de horario que de lo que realmente es. Apuntaba a la hora que desayunaba, iba al colegio, a natación o a gimnasia rítmica. 

Hoy, ahora, no tengo diario. O no tengo tal cosa que indique que lo es. Pero realmente he transformado mi agenda del día a día, en eso mismo. He olvidado la función que realmente tiene y no apunto las cosas que se supone que debo hacer, sino las cosas que me han ocurrido o me van a pasar, y aquellas que son importantes para mí. Las remarco con subrayadores, le dibujo cosas, escribo palabras, frases... le hago de todo, pero solo hay una cosa que no hago con ella. No la dejo a nadie.

Tiene tal importancia como un diario. Dejarla, es dejar un poquito de mí, que sepan como ha sido el día a día. Si alguien escribiese en ella será porque confío con los ojos cerrados y no me importa que sepa un poquito más de mí, ni lo que pueda poner. Si la dejo... esa persona seguro que será especial. Estoy 100% segura de ello. Mientras tanto, voy a seguir escribiendo día a día, lo que me pasa, lo que pienso, lo que creo, lo que me ocurre, para que cuando pase el tiempo pueda recordar las fechas importantes. Y así no olvidar lo verdaderamente importante nunca.

lunes, 30 de enero de 2012

Time

Vivimos condicionados por el tiempo. Hacemos las cosas de acuerdo a este. Tenemos prisa siempre por que vemos como se nos pasa los minutos, nos guía y sabemos que si no lo aprovechamos ya nunca volverán, porque el tiempo avanza inexorablemente lo queramos o no. 

¿Quién no ha querido poder parar el tiempo alguna vez? ¿Quién no ha deseado poder permanecer haciendo algo durante mucho tiempo? Por ejemplo, disfrutando con los amigos, estando con tu familia, en un viaje, dando un abrazo, echado en la cama... Yo he querido parar el tiempo muchas veces, una de ella hace unos pocos días. 

Pero sin embargo, tenemos también ese momento en el que deseamos que avance rápido, mucho más de lo que lo hace, porque estamos agobiados, porque queremos olvidar, porque no queremos estar en esa situación,  porque necesitamos pasar página y eso sólo pasará si pasan las horas y los días.

El tiempo nos condiciona, y sin embargo no podemos vivir sin él. Muchas veces me da la sensación de que juega conmigo, según él quiere. Soy capaz de hablar con alguien durante ocho horas seguidas y parecer que son cinco minutos, o puedo hablar con otras personas 5 minutos y parecer que son ocho horas. Muchas veces he deseado poder tener ese pequeño poder en mis manos para decidir la rapidez con que avanza. Pero parece que nunca podré tenerlo...así que mientras, me toca disfrutar de los minutos de la mejor manera que pueda. 

domingo, 29 de enero de 2012

Orientación

Desde bien pequeña, he tenido un serio problema con la orientación. Muchas veces, de milagro no me perdía en las calles y sobre todo en sitios nuevos. Si llego a una nueva ciudad, pueblo o cualquier sitio en el que no he estado antes, es girarme y ya no saber donde estoy. Y aún si a ese lugar he ido anteriormente una o dos veces, eso no quiere decir que yo sepa donde me encuentro. 

Me lo volvieron a confirmar cuando estaba en bachillerato, con una actividad de biología, en la que teníamos que imaginar la situación espacial de las moléculas, y yo era incapaz siquiera de imaginar nada. Era necesario llegar a esa abstracción para poder aprobar el examen... no me extraña que mi nota fuera la que fue. Nunca lo conseguí. 

Necesito un mapa para poder moverme en esta vida. Pero vuelvo a encontrar un problema. No entiendo los mapas. Que me den un mapa viene a ser lo mismo que no tenerlo, así que ¿cuál es mi solución? No moverme, y si me muevo que sea acompañada por alguien, para sentir que no me pierdo y con la seguridad de saber que tengo a alguien al lado. En caso de tener que hacerlo sola, que no haya otra alternativa, vuelvo siempre al punto de partida, porque es ahí donde me encuentro segura.  

Parece que ahora estaré localizable en un mismo punto, y no me hará falta ningún mapa. Eso es bueno. Porque después de un tiempo en que perdí la orientación en calles que no conocía, he vuelto al punto de regreso. Perderse es un poco desesperante, porque no conoces lo que te rodea. Descubres cosas nuevas pero echas de menos la tranquilidad de lo conocido. Y ahora mismo parece que mi vida seguirá estable hasta nueva orden, con la misma gente, mismo trabajo y siendo yo misma. 

jueves, 26 de enero de 2012

Corazón de cebolla

Había una vez un huerto lleno de hortalizas, árboles frutales y toda clase de plantas. Como todos los huertos, tenía mucha frescura y agrado. Por eso daba gusto sentarse a la sombra de cualquier árbol a contemplar todo aquel verdor y a escuchar el canto de los pájaros.

Pero de pronto, un buen día empezaron a nacer unas cebollas especiales. Cada una tenía un color diferente: rojo, amarillo, naranja, morado... Los colores eran irisados, deslumbradores, centelleantes, como el color de una sonrisa o el color de un bonito recuerdo.

Después de investigaciones sobre la causa de aquellos misteriosos resplandores, se descubrió que cada cebolla tenía dentro, en el mismo corazón, un piedra preciosa. Algunas tenían un topacio, otras  aguamarinas, aquella un lapislázuli, la de más allá una esmeralda ... ¡Una verdadera maravilla!

Pero, por una incomprensible razón, se empezó a decir que aquello era peligroso, intolerante, inadecuado y hasta vergonzoso. Así que las bellísimas cebollas tuvieron que empezar a esconder su piedra preciosa e íntima, con capas y más capas, cada vez más oscuras y feas, para disimular cómo eran por dentro. Convirtiéndose en unas cebollas de lo más vulgares.

Pasó entonces por allí un sabio, que gustaba sentarse a la sombra del huerto y sabía tanto que entendía el lenguaje de las cebollas, y empezó a preguntarles una por una:

- "¿Por qué no te muestras como eres por dentro?"

Y ellas le iban respondiendo:

- "Me obligaron a ser así... me fueron poniendo capas... incluso yo me puse algunas para que no me dijeran nada."

Algunas cebollas tenían hasta diez capas, y ya ni se acordaban de por qué se pusieron las primeras. Y al final el sabio se echó a llorar. Y cuando la gente lo vio llorando, pensó que llorar ante las cebollas era propio de personas muy inteligentes. Por eso todo el mundo sigue llorando cuando una cebolla nos abre su corazón. Y así será hasta el fin del mundo.

Me ha encantado esta pequeña historia. La he encontrado por internet, la tenía guardada para compartirla un día y hoy ha sido el elegido. No hay mucho que comentar, más que espero que haya gente con la suerte de poder disfrutar de esas piedras preciosas y que las que no se han mostrado empiecen a dejarse ver. 

martes, 24 de enero de 2012

Parámetros

De vuelta a casa, mi cabeza era un hervidero de dudas y preguntas sin resolver. La culpa de ello, la tienen mis niños... bueno más bien solo uno de ellos, pero por él llevo intentando encontrar la respuesta correcta a la siguiente pregunta "¿Quién define que es un buen...?" 

No hay respuestas a mi preguntas, no al menos una sola respuesta. He llegado a la conclusión de que todo depende de uno mismo. ¿Quién define que yo soy una buena hija? ¿Y qué define que soy una buena amiga? ¿Que define que sea una conocida? ¿Y qué define que sea mejor amiga? 

Todo depende de los propios parámetros que se ponga una persona, de los sentimientos que tenga, de los valores, sus prioridades y de lo que busca en las personas que les rodea. Porque todos, menos en el caso de la familia, comenzamos siendo desconocidos, pero paso a paso vamos haciendo camino y llegando más cerca de la otra persona. Y cuando esa otra persona hace algo que es inesperado y bueno para ti, gana puntos. Cuando esa persona está siempre ahí, vuelve a ganar puntos. Cuando una persona hace algo de lo que tu te ves incapaz, una vez más gana puntos. 

Con lo cuál mi conclusión, es que tú no eres la persona que te define, sino que son los demás quienes lo hacen a través de lo que cada uno hace. Y parece que yo hasta ahora lo estoy haciendo muy bien... porque soy doblemente buena hermana, hija, amiga, mejor amiga... o eso es lo que me dicen. 

domingo, 22 de enero de 2012

Exámenes

Ha sido un fin de semana muy largo. Todo el fin de semana agobiada y por una única razón. Exámenes. Bueno, más bien sólo se ha tratado de una misma prueba, pero que he tenido que realizar en dos días: sábado y domingo. Con lo cuál mi fin de semana se reduce a la concentración de un agobio preprueba, cuando yo nunca anteriormente me había puesto así. 

El motivo es que realmente a mí me da igual aprobar o no este examen, es más, ni siquiera me preocupa mucho aprobarlo ahora o aprobarlo en un segundo intento (Junio). Lo que me preocupa realmente es no alcanzar la nota necesaria para pasarlo y decepcionar a la gente que me rodea y que ha creído en mí. 

Estoy segura de que si pasa esto, me dirán que no me preocupe, que puedo volver a presentarme, que siempre tendré otra oportunidad, que ellos saben que yo lo he intentando. Puede que todo eso sea verdad, pero no hace que yo vaya a sentirme mejor. Porque se supone que yo ya he pasado esta prueba anteriormente y no pasarla ahora es sinónimo de que algo está fallando. 

He tenido mil oportunidades de prepararlo y todas ellas, una por una, las he ido denegando. Cuando lo hacía no me sentía muy bien, pero puede ser que ahora sepa que no ha sido tampoco acertado. Tengo muy claro cuales eran los motivos que me llevaban a ello, pero no me daba cuenta que quizás también era el momento oportuno para ponerle fin a esos miedos y dar un paso hacia delante, porque al final lo que no quería hacer ha sido a lo que realmente me he enfrentado.

Sea como sea, los exámenes ya están hechos y terminados. Ahora sólo toca esperar los resultados.

sábado, 21 de enero de 2012

Don't be afraid

Llevo varios días escuchando la frase "no tengas miedo" de la gente que me rodea. En las últimos horas se ha incrementado la veces que la oigo. Realmente puede que sí que tenga un poco de miedo y que no quiera hacerlo ver... pero parece que no funciona, porque siempre me descubren. 

Realmente y pensándolo fríamente, no tengo ningún motivo para estarlo. Estos últimos días he estado asustada y muy agobiada, más que nada por lo que se me venía, y como yo soy como soy, pues todo esto siempre me llega a última hora. Además de que siempre que me agobio, es por tonterías, por esas pequeñas cosas que no tienen importancia. Me da miedo lo pequeño y no me asusta lo más grave. No hay quien me entienda, no lo hago ni yo muchas veces. Porque me da miedo dar ese pequeño salto para salir del lugar tan tranquilo en el que me encuentro y lo peor de todo, es que descargo mi mal humor, mi estrés, mi impaciencia y mi apatía en los demás, robandoles poquito a poco la paciencia y la poca energía que puedan tener. 

Pero la frase que más importancia ha tenido, la que me hace querer cambiar ese miedo a actuar, ese miedo a dar el paso y decidirme, es: "No tengas miedo de ser tú misma", "Don't be afraid". Pero ¿cómo no estarlo si es a lo que nos hemos acostumbrado durante mucho años?. De todas formas estoy aprendiendo poco a poco a cambiar eso; no por obligación, no porque me lo digan, sino porque yo quiero, porque creo que es lo que debe ser y no otra cosa. Pero conociéndome necesito de paciencia, mucha paciencia para no caer de nuevo en lo mismo. 

jueves, 19 de enero de 2012

Decisiones

No me gusta que en la tranquilidad de mi vida aparezcan situaciones que cuando menos me lo espero, me obliguen a tomar decisiones que pueden cambiar el rumbo de las cosas. 

Hoy he tenido que tomar una decisión de esas que cuando las tomas sabes que no habrá vuelta atrás. Pero ya está tomada, y sea bueno o malo, cuando yo tomo una decisión no hay persona que me haga cambiar de idea. 

Navegando por internet un rato he intentando distraerme un poco de lo que hay que hacer, he leído en un página la siguiente frase: 

"Tomar decisiones correctas requiere al menos tomar una decisión" 

Pues bien, solo con el tiempo sabré si la decisión que he tomado es la mejor o la peor, ahora mismo me toca apostar por ella y llevarla a cabo hasta el final, aunque sé que eso será fácil. 

miércoles, 18 de enero de 2012

Tired

Hoy estoy cansada, muy cansada. Posiblemente el motivo sea que desde que me he levantado (antes de la hora a la que acostumbro), he estado haciendo cosas sin parar. 

Y lo mejor es que dentro de diez minutos vuelvo a salir una vez más a la calle. Por supuesto, que ahora es por devoción y placer, para pasar un buen rato en buena compañía, pero eso no quita que cada paso que doy me cueste más y le tenga que pedir permiso a mi cuerpo para seguir avanzando. Directamente, estoy machacada. 

Si las energías pudiesen medirse, mi cuerpo andaría ya utilizando las reservas. Anhelo el momento de poder descansar tranquilamente. Descansar sin preocupaciones, y eso ahora mismo no es posible. Tengo responsabilidades con las que cumplir y sé que en cuanto llegue a mi casa me tendré que poner a ello, así que el descanso queda relevado a un segundo plano.  

Mientras tanto intentaré sobrevivir a mi día, pero con  una sonrisa en la cara porque no todo ha sido malo.

martes, 17 de enero de 2012

Felicidad

Siento como la felicidad me acompaña desde ayer y aún no me ha abandonado, siento como sonrío por cosas tontas y como todo me parece mejor, haciendo que tenga una sonrisa todo el tiempo en mi cara. 

Ayer fue un gran día, empezando porque celebré mi santo y con ello algún que otro regalo que me encantó, me emocionó y me alegró todo el día y la noche. Continuando porque en mi trabajo, ya fuese por positividad o por que solo se dio así, también fue bastante bien. Y luego después de todo eso, disfruté de otro muy buen rato de relax, que para mí fue como otro gran regalo en mi día. 

Y esta mañana he cumplido con mis obligaciones, he ido a una reunión de voluntariado con otra gran sonrisa en la cara, probablemente porque el desayuno me ha sentado genial, porque realmente me he comido mi tostada con ganas o porque llevo feliz desde ayer. Las razones pueden ser varias, pero el caso es que me siento feliz. Y es así como reafirmo que cada pequeño detalle, cada pequeño momento y esas pequeñas cosas son las que de verdad nos hacen felices. 

lunes, 16 de enero de 2012

Gimnasia Rítmica

El tiempo no se detiene para nadie, sigue imparable su curso como el agua del río. Hoy soy un poco más consciente de ello. Los motivos puede ser varios; ahora tengo mis propios problemas y responsabilidades, conduzco horas al coche, en lugar de sentarme en las rodillas de mi padre y fingir que conduzco, quedo con amigos después de trabajar o en fines de semana para compartir un buen momento, he cambiado jugar con la gameboy o con una muñeca, por hacer programaciones y sesiones de clase y encima de todo en inglés y soy capaz de distinguir entre compañeros, conocidos, amigos y muy buenos amigos. 

En definitiva todo se traduce en lo mismo, he crecido y hoy al llegar a casa he visto algo que me lo ha recordado de golpe. Un album de fotos abierto en unas páginas donde una personita de lo más parecida a mí, aparecía con unas mayas y un pelo bien arreglado y engominado, en unas figuras que hoy yo sería incapaz de volver a realizar. 

Fotos que recuerdan competiciones antiguas de gimnasia rítmica, sueños e ilusiones que me acompañaban antes y que ahora simplemente quedaron situadas en un pasado. Y todo ello inmortalizado en esas imágenes que demuestran que podía hacer grandes cosas, cosas de las cuál hoy siento cierta envidia por ser incapaz, pero feliz de saber que he en su momento he podido hacerlo. Recuerdo esos nervios previos a salir sola o acompañada para realizar la coreografía, esa pelota que me acompañaba, esos primeros pasos de muchas coreografías, esa cuenta en mi cabeza para no perder el ritmo, esa satisfacción de saber que finalmente había terminado y no importarme ganar o perder, y esos abrazos de mi familia para felicitarme por los resultados. Sin duda muy buenos recuerdos.

domingo, 15 de enero de 2012

Fin del fin de semana

Ha sido un fin de semana muy largo y además muy extraño. Tenía sinceramente algo de ganas de que terminase para volver a mi rutina, esa que me cansa, esa que no me deja tiempo para disfrutar de algunos hobbies, pero tampoco tiempo para pensar en nada que no quiera pensar. 

No empecé de la mejor manera, no hay más que remitirse a mis entradas para comprobarlo, y parece que tampoco va a terminar de la mejor manera, ya me lo indicó mi tarde. Las obligaciones, el voluntariado, el deber y lo que no, me han hecho que me agote más aún de lo que ya estaba. Y a todo eso hay que añadirle la sutil y facilidad que tengo para malentender palabras, comentarios y frases. 

Creo que puede observarse, que muy positiva no estoy, pero es que hoy no puedo estarlo, quiero y no puedo, así de simple. Los motivos, para mí se quedan, no me apetece ni siquiera escribirlos. Sólo espero que mañana me levante, pueda sonreír, hacer bien lo que tenga que hacer y que esa sonrisa no se borre en todo el día. Por eso aquí termina lo poco que escriba, esperando que para que quien la haya leído haya tenido un buen fin de semana y tenga una gran semana. 

sábado, 14 de enero de 2012

I miss you

"I miss you" son solo palabras que se pueden decir vacías o cargadas de sentimiento porque realmente les encuentras un sentido. Y es que echar de menos a alguien es tan malo como no tener a nadie al lado.

Cuando una persona es importante para ti, y sabes que está ahí, no te paras a pensar en la probabilidad de no verla en mucho tiempo, porque simplemente sabes que va a seguir estando y vives el día a día. Pero cuando el tiempo lo complica todo y la oportunidad de ver a alguien se hace difícil, es cuando te das cuenta de que esa importancia que ya podía tener es aún mayor de lo que creías. 

Es por esto que hay que aprovechar los momentos que se tienen para estar con las personas, y centrarse cuando se está con ellos, no pensar en nada más y disfrutar. Para que cuando la distancia prime más que otra cosa, quede esos buenos ratos y esos buenos momentos vividos. Porque la vida, los compromisos y tu mismo interferirán para poner distancia con la gente, pero de esta misma manera tu tienes el poder de hacer que esa distancia solo sea física y nada más, el modo de evitarlo es una decisión personal, una llamada, un mensaje, un correo, una carta... 

Mientras tanto, me quedo pensando en esas personas a las que no he podido ver hoy o no he podido ver durante un día,  cuatro días, esta semana, durante un mes, el tiempo no importa. Pero se que si hoy me acuerdo de ellas y ayer también lo hice, de que si ahora como hace tres días quiero volver a verlas es porque realmente son muy, pero muy importante en mi vida.  

viernes, 13 de enero de 2012

Responsabilidad ajena

No saber decir que no. No saber pasar de lo que de verdad ocurre. No querer cerrar los ojos para no ver nada. No poder fingir que no sabes nada. No tener porqué hacer una llamada y  hacerla. A esto lo llamo yo ser tonta, los demás lo llaman ser responsable. No estoy de acuerdo, más que nada porque estoy un poco, bastante molesta con la situación.

Dejas esperar hasta el último segundo, das tiempo para ver cómo se comportan los demás, pero tristemente te das cuenta poco a poco de que si no eres tú quien da el paso, no lo hará nadie. No es responsabilidad mía y asumo las cosas porque otros no tengan  consecuencias, ya que parece que el asunto solo me preocupa a mí y a nadie más. 

Al final termino cediendo, hago la llamada pertinente, mando un mensaje que no es responsabilidad mía y quedo a mitad de la noche para recoger las cosas. Esto me hace plantearme seriamente qué estoy haciendo. Mi familia me dice que ser buena, yo sinceramente pienso que ser un poco tonta, por ser así. Me desespera ver que al final y una vez más cedo yo, con la diferencia de que esta vez he pensado en abandonarlo todo. Lo que pasa, es que sé, que mañana cuando se me pase esto, y si se repite la situación volveré hacer lo mismo una vez más. Tristemente, así soy yo.

jueves, 12 de enero de 2012

Tras la pared

Un mal día lo tiene todo el mundo. Porque existen esas 24 horas, en las que cuando estás despierto las cosas no van bien, y sientes que si algo va mal, siempre puede ir peor. Empiezas la mañana con ese sentimiento de que no deberías haberte levantado de la cama y seguir durmiendo. 

Pues bien, no hace mucho tuve un día complicado. ¿Por qué escribirlo hoy? Porque quiero y puedo, porque cuando ya ha pasado no parece tanto, pero cuando lo estás viviendo parece un mundo. Porque si lo escribo, puede que cuando vuelva a leer esta entrada hasta sonría por ello, como hago hoy. Porque si me vuelvo a encontrar mal, puede que leyendo esto, me anime y vea la situación desde otro punto de vista. Y porque si me vuelven a preguntar ¿como estás? no quiero volver a responder bien, quiero poder decir todo lo que se esconde detrás de eso, que estoy mal, vacía, me siento patética. 

Quiero que llegue alguien y se de cuenta que estoy entre paredes, que me he ocultado en un rincón donde no puedan verme, donde no dejo pasar a la gente, porque no es que quiera estar sola, sino que yo los lanzo muy lejos. Que esa persona machaque los muros, los quiebre, los haga caer de una vez como un tornado, uno a uno con un martillo, la manera no es lo importante, sino saber que al final siempre llega y derriba todo, se hace camino hasta llegar donde yo estoy, tras la pared.


miércoles, 11 de enero de 2012

Estrellas

Volviendo en el coche, con la noche encima y en un trayecto en el que solo me ha acompañado la música y mis imparables pensamientos, ha habido un momento en el que he podido apreciar las estrellas que estaban sobre mí, y ha sido un momento muy simple, pero que me ha hecho sentir especial.

Las estrellas parecen pequeñas, pero realmente son muy grandes, insignificantes pero realmente dan mucha luz en la oscuridad, simples pero son más complicadas de lo que parecen, lucen como un punto pero realmente son algo más que eso. En definitiva son mucho más de lo que realmente parecen ser. 

Les pasa como a las personas, no hay ninguna de ellas que no sea más de lo que se ve. Todos guardamos algo, somos una imagen, una pose para los demás. Cuando hay mucha gente, mucha luz, no se nos aprecia al igual que a las estrellas, que son imposibles de ver en una ciudad por la contaminación lumínica. Es solo cuando estas luces desaparece que comienzan a brillar, y es solo cuando nosotros nos encontramos con una persona o dos, esas que nos hacen sentir como en casa que es cuando sacamos nuestro verdadero brillo y mostramos quienes somos realmente.

Pero en definitiva, todas las personas son estrellas, tenemos una luz interior ya sea más débil o más fuerte, pero se tiene, y lo mejor es que nos reflejamos en los demás como las estrellas sobre los cristales o el agua. Y eso es algo que no deberíamos olvidar nunca. 

lunes, 9 de enero de 2012

Canciones para Paula

He terminado de leer el libro que me regalaron para mi cumpleaños, titulado "Canciones para Paula" de Blue Jeans. 

Debo decir, que me ha resultado un poco complicado de leer y eso que tengo costumbre de leer fics y publicaciones e historias subidas a internet. Pero aún así he disfrutado de este libro y de todas sus historias.

Aún a riesgo de parecerme un poco surrealista algunas de las situaciones, me parece también que ciertamente es una novela cercana a la realidad, donde enfoca muy bien el punto de vista y vida de un adolescente. Donde se manifiesta la importancia de las actuales redes sociales que todos utilizamos, y los diferentes puntos de vista sobre ellas.

Cuando comencé a leerlo, debido a mi falta de tiempo, tuve luego que volver a releer los primeros capítulos una semana después, y recuerdo comentar con una amiga lo que me ha hecho sufrir el libro, por no saber como se desarrollarían los hechos y no tener claro como funcionarían entre los personajes, porque otra cosa no, pero enredos entre ellos sin duda sí que hay y enamoramientos de unos y otros también. 

Mi personaje favorito, es un personaje secundario (siempre me suele pasar) que está ahí sin mucha relevancia pero que hace más importante el libro, y además le da un matiz diferente a la historia contada. Y como me han regalado la continuación de la historia, continuaré leyendo para saber como transcurre todo, que pasa con los personajes, sus historias de amor y sus vidas.  

domingo, 8 de enero de 2012

Amigo

"A"migo es aquel que
"B"usca siempre tu
"C"ariño y
"D"esea con
"E"ntusiasmo tu
"F"elicidad, dándote
"G"anas de vivir.
"H"ace lo posible e
"I"mposible, se la
"J"uega x ti , te da
"K"ilos de amor y
"L"ealtad, lucha x
"M"antener tu amistad
"N"o t deja x nada
"O"lvida las
"P"eleas y
"Q"uiere sin medida.
"R"egala su corazón
"S"abe perdonar
"T"e recuerda siempre
"U"ne, y no divide
"V"ence la soledad
"X" ti
"Y"sobre todo sabe
"Z"ambullirte en su corazón.

Chupitos

Hoy es un día de resaca en mi vida. La culpa ha sido una noche perfecta con gente perfecta. 

Ha sido la celebración de un cumpleaños inolvidable e irrepetible. Una noche compartida con gente que quiero y que se que me quieren. Ha sido de esos días que si lo buscas no lo encuentras, vienen solos, no se planean, surgen, piensas como podrá ser y no llegas a imaginar lo bueno que será. 

Compartimos risas, miradas, buenos momentos y conversaciones, pero sobre todo chupitos. Uno tras otro, brindando por todos ellos y es que otra cosa no, pero razones para poder brindar nos sobra, aunque el brindis más importante es el que hicimos por nosotras. Por poder tener la oportunidad de encontrarnos juntas, de estar ahí y no en otro sitio. 

La noche terminó con un largo paseo y una buena conversación. Con una charla muy larga y esa ausencia de sueño que no te das cuenta que tienes, hasta que no llega el silencio, al cuál no dejaba paso porque siempre había algo que decir, y son solo palabras, pero todo lo que tienes para expresarte.

 En conclusión una noche perfecta. 

sábado, 7 de enero de 2012

Tras reyes...

Ha pasado ya el día de reyes, ya se han entregado todos los regalos, aunque yo aún tengo algunas cosas por entregar y haré pronto. He sido tan feliz como pueden serlo los niños pequeños con un nuevo regalo, mi felicidad mayúscula con cosas que no esperaba, porque realmente no pedí nada para este año y aún así lo he recibido, y todo apunta a que en este año he tenido que ser alguien muy buena, porque no es normal tanto para alguien como yo, o no creo merecer todo lo que me han dado. 

Hoy es sábado y ya ha pasado un día desde que abrí esos paquetes con unos envoltorios tan coloridos, la euforia del día ha pasado, pero la felicidad por tener esos regalos sigue acompañándome. Hoy sin embargo estoy más tranquila, un poco descolocada por todo lo que he visto que tengo y pienso si merezco, pero que ahí están. 

Además en poco tiempo he tenido dos conversaciones muy importantes, con dos personas diferentes, cada una me deja con un sabor de boca diferente. Lo único que saco de ellas es que cada día, a cada paso, a cada momento sigo andando, si me quedo quieta el tiempo avanza, si me muevo, el tiempo sigue avanzando, y haga lo que haga al final todo sigue. Me toca aprender de lo que vivo y de lo que tengo, de lo que me dan y recibo, porque todo es por algo y sólo hay que encontrar un porqué. 

miércoles, 4 de enero de 2012

Cosas simples

El porqué de la entrada de hoy, es porque desde hace unos días, no paran de decirme que soy una persona muy complicada para la cual encontrar un regalo. 

Mi familia una y otra vez me repiten que se estrujan los sesos para saber que regalarme, mi madre su frase es "cada año más difícil" y ahora también amigos que me lo dicen. Yo me pregunto ¿de verdad soy una persona tan complicada?

Es cierto que no pido regalos, ni nada, pero es porque no hay nada que necesite realmente, y si pido es sólo por eso, por pedir, porque la gente tenga la tranquilidad de creer que realmente quiero algo. Pero es que no se dan cuenta que a mí lo que más feliz me hace son las cosas simples y sencillas.

Me hace ilusión una llamada inesperada, un mensaje no pensado, un abrazo improvisado, un viaje loco, unas tapas en un momento, un regalo no conocido, coincidir con alguien en la calle, encontrarme conectado a alguien, que me enseñen cosas que no sabia, solucionar la desaparición de cosas en mi escritorio, una mirada cómplice, aprender a usar word o un blog, encontrar tiempo para un café, una flor o una foto. Todas esas cosas que parecen que no tienen importancia, pero que son las que realmente te dan esa ilusión y esa alegría, esa felicidad y esa sonrisa. 

martes, 3 de enero de 2012

Compras de Reyes

Una vez más he pasado una mañana entera de compras. Tengo que decir que esto no es normal en mí, más que nada porque salir de compras no es algo que me enloquezca, pero claro la ocasión lo merece, la llegada de los Reyes Magos está cerca.

Pero estoy muy contenta. Creo que ahora sí he terminado de comprar todo lo que necesitaba, todos esos regalos, esos detalles a la gente que de verdad me importa, a la que creo que se merece tener algo mío, como muestra de mi gratitud hacia ellos por estar siempre ahí.

No me gusta comprar por comprar, ni comprar en fechas indicadas solamente. Creo que cuando más ilusión hace recibir algo es cuando no se espera. Pero el día 6 de Enero, es una fecha especial, donde me interesa más ver la cara que pone la gente que lo que cueste el regalo o la dificultad que haya tenido para comprarlo. 

Y es que, realmente este año si que he tenido complicado la elección de todos, pero todos los regalos. Por algún motivo se me escapaba que poder comprar, como acertar y no regalar algo sencillo, sino algo que de verdad importe. Porque algunos regalos que compré son muy simples, pero para mí es más el detalle. Yo siempre creo más en esos detalles, de los cuáles yo muchas veces no veo, pero que son los que te sacarán una verdadera sonrisa. 


lunes, 2 de enero de 2012

Mi comienzo...

Para comenzar y ahora sí ¡Feliz Año 2012! a todos lo que lean estas pocas letras, y espero que esta entrada a un año nuevo haya sido como queríais y si no aún mejor. 

No se resumir el principio de mi año. He tenido de todo, de todo y de todo. He estado con mi familia, he salido con mi gente, he hecho lo que debo y a veces no lo que quiero, otras sin duda sí. He recibido mensajes, incluso de gente que no esperaba, he hablado por el móvil y mucho tiempo, he descubierto que puedo ser mucho más sincera de lo que esperaba y a día de hoy sigo pensando esos doce propósitos de los que la gente habla y yo aún no tengo más que dos. 

Esto último me ha llevado a pensar que realmente no me pongo metas y no las tengo, o que realmente no quiero tenerlas por no poder llegar a ellas. Aún me pregunto el motivo de esto. Y si tengo metas son a muy largo plazo e intuyo que es por miedo a no poder cumplirlas y así no sentirme luego mal. Y claro esto sólo podía descubrirlo en un principio de año. Supongo que puedo sumarlo a mis propósitos de cambio y llevarlo a cabo. 

Pero en definitiva un año terminado, da para un año nuevo. Y seguro que tendré muchas cosas que contar por aquí a lo largo de estos 366 días (porque es año bisiesto). Ahora mismo puedo decir que estoy feliz de estar donde estoy, de estar rodeada de la gente que quiero, que voy teniendo algún que otro propósito (ninguno muy serio) y que soy feliz, aún con todos mis defectos.