¿Y luego?

Se acaba el curso y con ello mi futuro vuelve a ser incierto. He terminado mi trabajo propiamente dicho y han comenzado mis ansiadas vacaciones. No son tales como lo han sido siempre porque trabajaré algo en las mañanas, pero sin duda son vacaciones y me dan un descanso al cuál no estoy acostumbrada. 

¿Qué pasará el año que viene? La verdad es que no lo sé. No lo tengo claro y puede que se repita lo mismo que este año o bien que mi vida cambie para bien o para mal. El futuro es incierto y así se presenta. 

Es no saber que paso dar y temer a fallar. Es estar en lo alto de un acantilado y hacer que un paso a el frente haga que caigas en picado a no sabes donde, pero que con probabilidad duela mucho. O bien es dar un paso y simplemente acertar en tu camino y que el futuro te sonría. De todas formas, siempre me han dicho que "quién no arriesga, no gana" Así que parece que toca jugársela una y otra vez hasta que por fin una de tantas jugadas den el resultado esperado. Porque el "no", ya lo tengo, el "sí" hay que buscarlo. 

Señales

Recuerdo que hace mucho tiempo vi una película, de la cuál no recuerdo ahora el nombre, que se basaba en las señales y en el destino. La historia versaba sobre una pareja que deciden casarse a pesar de no llevar nada de tiempo juntos y no conocer a sus familias. El caso es que al final de la pelicula un hombre le dice al protagonista que abra los ojos y mire las señales que hay a su alrededor porque eso le dirá el camino correcto que debe tomar. 

Aún no estoy muy segura de que las señales existan, pero creo que cuando nos pasa algo a lo que encontramos sentido, algo que para nosotros no es insignificante, eso realmente es ya parte de nuestra vida. A veces es cierto que perdemos oportunidades por no llevar los ojos bien abiertos y prestar atención a las cosas, pero otras cuando llegas a verlas incluso sonríes o te ayudan a tomar una decisión. 

No importa como, yo vi una señal muy clara los otros días. Dónde menos lo esperaba, cuando menos lo esperaba y lo que menos esperaba se puso frente a mí. Y cuando estoy segura que para otra persona no tenía significado para mí la tuvo y demasiada. Y es que finalmente son los pequeños detalles los que marcan la diferencia. 

Hazlo

Mírame a los ojos fijamente; pero no me mires como has mirado antes, mírame solo a mí y descubre lo que hay detrás de mis pupilas.

No oigas mis palabras, escúchalas porque son para ti. Estate pendiente del viento porque susurrara un te quiero cuando no pueda yo decírtelo. 

Tócame, pero no me toques a mi; toca mi alma etérea y siente lo que se esconde en ella, pálpate a ti porque eso es todo lo que encontrarás en mí. 

Piensame a cada segundo en tu mente porque es lo que hago a cada momento de mi largo día cuando no te tengo. 

Sonríe y que sea yo la causante. Enamórame más con una de tus sonrisas. 

Quédate eternamente en mi vida porque eternamente estaré enamorada de ti. 

Nota: Debo decir que esto lo escribí unos años atrás en algún momento de inspiración. No me convence mucho pero quería compartirlo por esos momento en los que parecía pensar algo más allá que una fiesta o unos libros. 

El televisor

Mientras oraba antes de acostarse, un niño pidió con devoción:

- "Señor, esta noche te pido algo especial: conviérteme en un televisor. Quisiera ocupar su lugar. Quisiera vivir lo que vive la tele de mi casa. Es decir, tener un cuarto especial para mí y reunir a todos los miembros de la familia a mi alrededor."

- "Ser tomado en serio cuando hablo. Convertirme en el centro de atención, y ser aquel al que todos quieren escuchar sin interrumpirlo ni cuestionarlo. Quisiera sentir el cuidado especial que recibe la tele cuando algo no funciona."

- "Y tener la compañía de mi papá cuando llegue a casa, aunque esté cansado del trabajo. Y que mi mamá me busque cuando esté sola y aburrida, en vez de ignorarme. Y que mis hermanos se peleen por estar conmigo."

- "Y que pueda divertirlos a todos, aunque a veces no les diga nada. Quisiera vivir la sensación de que lo dejen todo por pasar unos momentos a mi lado."

- "Señor, no te pido mucho. Sólo vivir lo que vive cualquier televisor"

El sentido de las cosas

¿Qué es el tiempo y la distancia? ¿Qué es un sitio o un objeto? ¿Qué es una persona o un recuerdo? Nada de lo mencionado tiene porque resultar ser importante para nadie, nada tiene porque tener un significado, nada tiene porque tener sentido. Nada es nada si para ti no significa algo. 

Hace unos días me dijeron "Las cosas y lugares no son especiales, eres tu quien decide hacerlos cuando vives grandes momentos" y lo cierto es que nunca me paré a pensar en la certeza de esta frase hasta hoy. Es verdad, yo decido si hacer especial un momento, un sitio o algo. Pero una vez que he decidido que es importante, no podrá dejar de serlo nunca, porque ya implica recuerdos que siempre vendrán a mí y me acompañarán durante toda una vida; son fotografías en mi memoria. 

Así también, tu actitud en esta vida es fundamental. Tu decides que cara poner a cada situación. "no merece la pena amargarse, sino ser feliz". Esa frase dolió unos segundos, luego la agradecí y ahora me gusta leerla y recordarla. Una situación puede ser o muy mala o muy buena según el gesto que decidas ponerle. 

La verdad de las cosas es que todo puede ser efímero y sin valor, hasta que tu decides que sea eterno y con sentido. Por eso yo he decidido que quiero una vida con significado, una vida que cada recuerdo sea una sonrisa o una lágrima, pero una vida que deje huella en algún lugar de mi vida, y pienso hacerlo como lo estoy haciendo hasta ahora: siendo feliz y luchando por mi felicidad.