jueves, 24 de diciembre de 2015

Navidad con una sonrisa

Ya ha llegado la Navidad, esa época del año en el que las calles manifiestan su alegría llena de colores, villancicos que salen de las tiendas, niños que corren ilusionados, árboles de navidad que adornan plazas y rincones de algunas casas. En definitiva, ha llegado una época en la que la felicidad debe ser predominante. 

Pero así también se termina un año, en el que no faltan como siempre las reflexiones sobre como han pasado otros 365 días. Y es que es una época de echar la vista atrás y pensar como hemos llegado a donde estamos y en pensar en nuevos propósitos para este nuevo año que se acerca imparable. 

Pues a diferencia de otros años, este es un año en el que alcanzo la meta tranquila y relajada, con la sensación de encontrarme en paz con mis decisiones. He errado muchas veces en el camino, pero no hay nada como aclarar las ideas y empezar a saber lo que se quiere y como se quiere. Ha sido un año lleno de cambios, con veranos atípicos, cursos escolares más raros aún, toma de decisiones importantes... pero al final contenta y con las ideas cada vez más claras. 

Nada es perfecto, pero ¿acaso lo es en la vida de alguien? Me siento en unos de los mejores momentos de mi año, de mis últimos años, soy feliz y sonrío de oreja a oreja. Espero que este año que se acaba de paso a un gran año. Aún así, esto no quita una nueva reflexión cuando se acerque noche vieja... 

¡Feliz Navidad! Merry Christmas! 

jueves, 8 de octubre de 2015

Días y días

Existen millones de tipos de días. Los buenos, los malos, los muy buenos, los nostálgicos, los felices, los que pasan rápido, los que nunca acaban... pero siempre tenemos de todos. Pues bien, hoy uno de esos días con nube gris en el cielo y que amenaza con empezar a llover. El día parece empezar mal y no consigue enfilarse. 

La mañana ha sido insulsa, al contrario de lo que pueda pensarse, no tiene mayor interés, ni mayor importancia, otra día igual a anteriores. Nada que destaque, ninguna novedad. Nada. La monotonía instalada en horas de mi vida. 

Pero a partir de la tarde, ha empezado a descarrilarse el carro y parece que no termina. Situaciones familiares complicadas, incidentes en cosas que no debería haberlas, cambios de última hora, correos de trabajo que no hacen mejorar el día... 

Para acabar leyendo palabras que sabes que te harán daño, en plan autodestrucción. Porque hoy me apetece sentir la añoranza de lo que fue y no será, de lo mal que se hicieron las cosas y el daño que se sintió. Hoy me apetece llorarle en silencio, echarle de menos a solas, escuchar música y recordar momentos pasados, porque pudo ser lo mejor y no será nada. 

Hay verdades que llegan para instalarse, que duelen y no sabes como curar, ni pasar página, ni olvidar. Aún así siempre estará ahí, en un pequeño rincón, formando parte de recuerdos y del pasado, un rincón que me pertenece solo a mí y que sé que también formará parte de ti. 

domingo, 27 de septiembre de 2015

Planes

Hay planes improvisados y planes muy pensados. Personas que les encanta hacer millones de planes y otras que simplemente se dejan llevar por lo que surja y vaya saliendo. Lo que es cierto, es que a todos nos gusta tener un buen día y de vez en cuando hacer algo que resulte novedad en nuestras vidas. 

Además hacer un plan no tiene que significar que salga siempre bien, puede que se estropeen por cualquier cosa o que no fuesen lo que se esperaba, o bien cuando ya ha pasado no se recuerda con la misma intensidad y emoción y pierden valor. 

No se sabe, lo único en lo que creo es que hay que aprovechar el momento, disfrutar del día a día, de lo que tenemos y de lo que hacemos, porque la vida es solo una vez, porque el mañana ya no se repetirá más y no sabemos como será de largo el futuro que tengamos. Lo vivido ya nadie podrá arrancárnoslo y será siempre nuestro, así que nada mejor que intentar tener siempre una sonrisa y pasar un gran momento. 


domingo, 20 de septiembre de 2015

Domingo raro

Ha llegado un nuevo domingo y con ello el final de una semana llena de diferentes y variados momentos. Pero lo verdaderamente raro es saber que ha empezado el curso y que yo no tengo que coger el coche para hacer un montón de kilómetros a un pueblo o ciudad donde no me espera nadie. 

Al contrario que de costumbre me puedo permitir el lujo de sentarme y relajarme en un sofá, ver una película, dormirme un rato si me apetece o simplemente no hacer nada. Es una sensación extraña que no me esperaba vivir por ahora y la verdad es que me he acostumbrado fácilmente. 

No se cuanto pueda durar lo bueno, pero por ahora lo disfrutaré al máximo. Porque es genial saber que no tengo que coger el coche y que puedo disfrutar un rato más de mi familia, de mi casa y de momentos de tranquilidad. 

viernes, 4 de septiembre de 2015

Estaciones

Siempre me ha gustado el verano, de hecho, se trata de mi estación del año favorita, tal vez porque desde que era chica lo asociaba a las vacaciones del colegio, además de porque hay que llevar menos ropa, la gente se muestra más alegre, es época de reencuentros, de viajar, de conocer sitios nuevos y de salir de la rutina que nos marcamos durante el resto del año. 

Pero ello no quita que no me guste el invierno. Es agradable dormir calentito sabiendo que fuera hace más frío, salir a la calle y que se te hiele la nariz o incluso es divertido entrar a un supermercado y que las gafas se te empañen por el calor que hace dentro al contraste con las gélidas temperaturas exteriores y no puedas ver nada por segundos, además de tomarte un chocolate caliente, un café o algo, mientras ves una película con una manta por encima. 

Y no me olvido de la primavera, ni del otoño. Esa primavera que adorna todo de color, creciendo nuevas flores, y ese otoño que lo tiñe todo de un color marrón, creando alfombras de hojas secas por las calles... pero que sin embargo no puedo disfrutar en el sitio donde vivo, porque aquí saltamos del verano al invierno y tenemos un solo día de tránsito entre una cosa y otra. A veces como ahora echo de menos poder vivir eso, usar la ropa de entretiempo que se acumula nueva en mi armario porque no da tiempo para usarla, quisiera poder salir con una manga al codo o una chaquetilla sin más. 

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Septiembre

Ha llegado ya Septiembre y con ello la incertidumbre que siempre le acompaña. Este es mi mes de la sorpresa, del cambio, de lo inesperado. Como cada Septiembre desde hace más o menos cuatro o cinco años, vengo esperando alguna llamada importante desde alguna terminal con decenas de números y que al descolgar el teléfono se escuche la voz de un hombre o una mujer que oferte la posibilidad de trabajar en algún nuevo pueblo o ciudad. 

Tal vez mi mes favorito sea éste. No solo porque se celebre mi cumpleaños (que ciertamente, tiene bastante que ver) sino porque me encanta, a la vez que me asusta lo desconocido, el saber que pronto estaré trabajando rodeada de pequeños. 

Dejaré que Septiembre un año más me sorprenda, que cuando suene el teléfono se me encoja el estómago y piense "ya" y no me tranquilice hasta escuchar el lugar en el que estaré viviendo o los próximos nueve meses, o tal vez, algunas semanas. Son demasiadas variantes que cuesta afrontar y asimilar, pero que no hay más remedio que aceptar. 

Así que Septiembre, dejaré que me sorprendas como de costumbre has venido haciendo...


viernes, 28 de agosto de 2015

Se acaba el verano...

Llegamos a los últimos días de verano, se acaba el tiempo de vacaciones, de relax y de tranquilidad, mientras se ven venir de cerca esos días de actividad, de trabajo y de rutina. 

Sin duda y como ya comenté, ha sido un verano realmente bueno, atípico, pero muy positivo en todos los aspectos. He aprendido a disfrutar de una manera distinta, con gente diferente y desconectando mucho del presente. 

He viajado sola a sitios que desconocía, donde me esperaban grandes amigos para entretener mi tiempo libre y enseñarme más y más lugares que sin duda merece la pena visitar alguna vez en la vida. He admirado lo grandioso de los lugares que nos rodea, lo bonito de una simple puesta de sol, la calma de un café en silencio y como no, también la felicidad de una tarde con amigas. 

No ha habido huecos para amores o desamores, para eso, ya hubo tiempo extra y ahora me ha tocado disfrutar a mí, a mi manera, de mi vida, de buscar la felicidad en las cosas simples, de sonreír más, de llegar la noche y dormirme agotada de andar, conocer, hablar y reír. Tiempo para estar en familia, para compartir con los que te quieren y no te fallan. 

Sin duda un verano diferente, pero que ha sido increíble, que si miramos en retrospectiva, merece la pena conservar por siempre en la memoria.  

sábado, 1 de agosto de 2015

No se deja de querer

No se deja de querer a alguien que has querido, no lo puedes eliminar de tu lista de gente que quieres pulsando una tecla como harías en el ordenador. No puedes dejar de pensar en una persona que quieres aunque dejes de verla durante meses, ni puedes dejar de sentir que te gustaría hablar con esa persona por mucho que que pasen las horas y no sepas nada de él o de ella. 

Y mucho menos puedes sacar a una persona de tu vida si primero no sale de tu cabeza o de tu corazón, sin importar que la veas, habléis o no. Y menos cuando te has dado cuenta de que quieres a esa persona más de lo que deberías y que nunca tendrías que haber dado lugar a ello, porque es un imposible. 

Pero cuando llega es imparable, y sabes (nunca como las películas) que quieres que esa persona sea feliz aunque no esté a tu lado, aunque por dentro cuando revisas una conversación antigua y lo ves online te entran esos celos y paranoias de pensar quién será el afortunado o afortunada que hablará con él. Y como si no fuera poco doloroso, además le agradeces haberle encontrado, porque te ha enseñado lo que es querer bien, quererte, sentirse protegida y no sólo eso, sino sentir seguridad en ti misma, sentirte bien tú, no sólo con él. 

E intentas como última medida que no desaparezca de tu vida, porque si la distancia ya la tenéis y hablar es mínimo ¿que impide que de vez en cuando sepáis uno del otro? Pero cuando eso se siente difícil, tienes ganas hasta de tirar la toalla, te cansaste de aporrearte la cabeza contra el mismo muro y de sentir que te pones a sus pies por mantener una conversación y llegó el momento en que decides abandonar tanto intento infructuoso. Estarás ahí por si se necesita algo, por si te necesitan, pero no habrá de ti. Aunque eso no significa dejar de querer. Tal vez se quiera toda la vida. 

miércoles, 8 de julio de 2015

Verano atípico

Llegó el verano y con ello las tan ansiadas vacaciones. Llegó la época donde sobra el tiempo libre y faltan responsabilidades. La época perfecta que nos venden las revistas para enamorarse, tener un affair, hacer lo que más nos gusta, aprovechar y leer, escribir, ver series, películas, tomar el sol, viajar y mil cosas más que luego realmente no da tiempo para todo. 

Y yo al contrario de muchos empiezo sin planes, sin viajes previstos, sin nada ni a corto, ni a largo plazo. Viviré al día, según surjan los planes, según encarte quedar con alguien, leer un libro, coser un poco o ver una serie de esas que me gustan a mí. 

Dicen que cuando no hay planes, es cuando más se disfruta al final el verano. Veremos que me deparan estos dos meses, que buenos momentos pasaré y con quién pasaré mi verano. Será un verano diferente, atípico a lo que siempre he vivido. Pero puede ser genial ¿no? 


sábado, 4 de julio de 2015

Decepciones

Hay millones de momentos en la vida en la que tenemos decepciones, puede que a veces sea con algún compañero de trabajo, con algún amigo, con alguna persona, pero no hay ninguna que duela tanto como una decepción con uno mismo. 

Vives preparándote durante un curso entero para un mismo momento, y cuando llega la hora de la verdad te fallas a ti mismo. Todo eso que tenías en la mente se te olvida, la voz no te sale del cuerpo, las piernas te tiemblan y el corazón puedes sentirlo sin necesidad de colocar la mano sobre tu pecho. Y sientes una gran decepción, porque en una hora no eres capaz de dar ni un 25% de ti mismo y de lo que tenías planeado. 

Pero te queda el consuelo de un abrazo al llegar a casa, de un consuelo en el desconsuelo cuando lloras de rabia, impotencia y coraje, de un montón de palabras de ánimo que aunque no animan porque de nada sirve lo que te digan, si que es cierto que las agradeces igualmente y de una sonrisa que te anima a volver a intentarlo en otra nueva ocasión.

miércoles, 1 de julio de 2015

Seguir caminando...

No desvanecer en el intento, intentarlo aunque sea tarde, seguir escribiendo, riendo y mandando mensajes. No sé que me lleva a actuar como lo hago, si realmente lo que siento o la cabeza que tengo. Soy de mente cuadriculada, si algo es de una manera no puede serlo de otra, pero cuando llegan y cambian mis esquemas me altero rápidamente. 

Las cosas cambiaron hace poco y sigo aquí intentando algo, no sé muy bien el qué, ni yo misma lo tengo claro. Supongo que cumplir una promesa que un día hice y que no quiero romper porque tiene sentido y significado para mí. 

Es muy difícil cuando mi subconsciente por un lado mi chilla que ya es tarde, que intentándolo quedo como una persona cansina, desesperada o idiota que no sabe simplemente aceptar algo. Pero es que por otro lado, si abandono, si realmente dejo de escribir, si desaparezco como tengo costumbre, sucumbiré a lo de siempre, a darle la razón a la otra persona, a perder a alguien que realmente no tengo motivos para que desaparezca de mi vida, a dejar en el tintero muchas cosas sin acabar, a lamentarme en el futuro con la pregunta "¿Y si...?". 

Pero es complicado cuando no ves reciprocidad, y aún así cierras los ojos y sigues escribiendo cosas que luego te arrepientes pero te consuelas a ti misma diciendo que realmente lo pensaba. No es que quieras que la otra persona haga las mismas cosas que tú. Porque nadie, absolutamente nadie, actúa igual a otra persona. Pero puede que si se espere algo, y eso que no tengo muy claro el qué tampoco. 

Obviamente nada volverá a ser igual, pero ¿quién quiere que las cosas sucedan igual?. Eso sí que lo tengo claro, todo tendría que ser diferente. Todo debería cambiar. Pero puede que mis cambios lleguen tarde, que si quiera a lo que aspiro ya no sea posible, que no quiero un inicio, que no quiero volver a los pasos que ya caminé, pero si quiero caminar de nuevo con tranquilidad.  Que no es lo mismo, porque ya no lo quiero. No.

Y todo esto viene a que ahora mismo estoy enfadada conmigo misma porque no aprendo, porque soy como una niña tonta que suspende la lección una y otra vez, da igual de que asignatura hablemos, soy de esas personas que le toman cariño a la piedra, a las piedras. Y justo mientras escribo esto, idiota de mi, sigo pensando que las cosas pueden cambiar, que hay algo que se pueda hacer, que puedo olvidar y seguir, que no tiene sentido enfadarse más, que no tengo que romper más garrotas, que me encantaría que me regalasen una nueva, que no se... supongo que demasiadas cosas pasan por mi cabeza en estos momentos y que son tan confusas, como posiblemente lo es esta entrada que he escrito.

martes, 30 de junio de 2015

Reencuentros

Hay días en los que personas a las que no veías hacía mucho tiempo, te llaman para desayunar, comer o tomar un café. Y sientes esa alegría del reencuentro, esa sonrisa y abrazo al ver a una persona que hacía tiempo no sabías de ella, obviando más que algún esporádico mensaje en alguna red social que carece de todo tipo de cercanía por mucho que se intente lo contrario. 

Y entonces se comparte un rato de charla para poder comprobar que nada ha cambiado. Que nos hemos hecho más mayores, que las responsabilidades son más, que nuestras vidas han cambiado un poco, que empezamos a vivir nuestras propias vidas, pero la esencia sigue en ese mismo sitio donde se dejó. 

Seguimos riendo con las mismas historias, se recuerdan anécdotas, se reviven recuerdos, se cotillea sobre una nueva historia, un nuevo rumor. Y es que lo agradable de tener un amigo, es que no se necesita estar siempre en contacto con esa persona para saber que estará ahí a pesar de que al año a veces solo te ves una vez. Y entonces esos ratitos, ese café compartido o esos churros con chocolate pasan a tener un valor añadido. 

martes, 23 de junio de 2015

Última oportunidad

Esta era la última oportunidad, pero claro supongo que sólo lo era para mí. Se acabó el tiempo en este sofa, dormir en una cama de matrimonio, paseos oliendo a mar y películas en una televisión. Ya no hay más oportunidades, se gastaron todas como se consume una vela y ya no vuelve a prender porque desapareció la cera. 

Hubiese sido una gran semana, mejor de lo que lo está siendo, está San Juan, la feria de barrio, un fin de curso ajetreado, comidas y celebraciones. Pero como digo, hay oportunidades perdidas y nunca devueltas. Y es que esta lo fue. Así que ya si, se puso el punto y final. Se terminó. Porque guardar la esperanza está bien, pero llega un momento en el que entiendes que guardar la esperanza junto a la espera, eso solo hace daño. 

lunes, 15 de junio de 2015

We're giving up on us

Hay veces que te das cuenta que la vida ha corrido más que tú. Y es que llegas tarde a todo, a lo importante y a lo simple, sin importar que tanto intentos hagas de correr un sprint. Lo que quedó atrás no tiene vuelta y con ello todos esos sueños que ahora si no están rotos, están guardados en un lugar de esos que intentamos no tocar para que no duela. 

Pero claro, en ese momento encuentro todas esas palabras que debería haber dicho y no diré. No perdamos el tiempo en culpables, no tiene sentido, nada arreglará la historia que no fue. Pero haz algo por mí, mira mis fotos y dime si esa sonrisa mentía, si tu felicidad no era cierta o si todo lo que vivimos no era real. Nadie podrá borrar un viaje de locura, una tarta fría de congelador o un domingo de película y manta. 

Nos hemos robado el futuro y con ello sus infinitas oportunidades, aciertos y errores. Y contigo todo es diferente. No puedo odiarte, ni culparte, pero si enfadarme, me enfada que hayas tomado algunas decisiones sin pensar si estaría de acuerdo, que juegues a un juego al que no soy capaz de seguirte, que no hayas cogido y me hayas dicho todo eso que no dirás porque así eres tú, que hayas dejado mi vida plagada de recuerdos de ti. Y aún así no sé hacer recaer sobre ti la responsabilidad de esta decisión, porque yo decidí que sucediera así. Por que fue así y ya. Por que sea como sea "Gracias". 

miércoles, 10 de junio de 2015

Puta vida

Hoy no escribo por mí, sino por ti. Porque diré eso que tú callas y no expresas, esas palabras que se quedan dentro de ti y no piensas hablar con nadie, porque cuando me rechazas la llamada se que es dolor, miedo y lágrimas lo que oiré en el susurro de tu voz. 

Estoy enfadada, de hecho podría decir que rabiosa, como una bomba a punto de estallar, como esa olla exprés que está a punto de dar vueltas. Me he enfadado con el mundo, por mi y sobre todo por ti. Porque no mereces lo que te ha tocado, porque la vida me demuestra lo malditamente injusta que es. La vida es puta y te ha tocado una de esas jugadas que nadie quiere y parece que siempre tocan de lejos. 

Pero no estás sola, estás rodeada de gente, esa a la que no le coges el teléfono y aún así no por ello ha dejado de llamar y hacer que se ilumine la pequeña pantalla con tantos nombres para que te acuerdes que están ahí. Y es ahora, que tengo ganas de decirte todo lo que significas para mí, decirte que aún guardo ese primer regalo que me hiciste hace ya más de 23 años, porque se que en cierto modo es unión a ti y a vosotros. 

Y es que no me importa que no seamos familia, porque la familia muchas veces se escoge, porque he tenido contigo lágrimas y millones de risas y momentos. Esos que aún tenemos que multiplicar. Mientras no paro de darle vueltas a la cabeza, me quedo con mi único pensamiento, y con las ganas de poder estar más cerca. 

martes, 9 de junio de 2015

Y si... gracias

Hay historias que acaban y aún no han empezado, no llegan a despegar y tocar el cielo, porque lo que creía cielo solo era brisa. Y me pregunto que habría sido el cielo para nosotros, si ni siquiera el roce de tus labios lo fue, el abrazo que me dabas lo era o las risas al unísono nos ayudaba a tocarlo. 

Y entonces me pregunto como será el futuro, nos veremos, nos sonreiremos y luego qué, quién parará todos esos recuerdos que asaltarán mi mente. Quién callara mis dudas cuando venga el temido "y si..." pero lo cierto es que mi historia se escribe así, sin conocer muchas respuestas, una receta con ingredientes varios sin conocer el resultado final. 

Y es que me embarqué dispuesta a naufragar y me veo ahora a la deriva. Necesito encontrar mi rumbo de nuevo sin ti, pero contigo, qué contradicción. Y es que no voy a dejar las maletas donde se guardan tus recuerdos, irán conmigo a un nuevo destino, y aunque cierre las puertas de un piso que no volveré a pisar o pasaré la página de un libro que no volveré a leer, serán recuerdos que van adheridos a mi piel. 

No permitiré que se me borre la sonrisa si revivo algo que me haga evocarte, porque lo nuestro no ha sido una historia de barra, ni fugaz como estrella en el cielo. Porque no mido el tiempo en horas, sino en latidos, en momentos y risas. 

martes, 28 de abril de 2015

Lógica ilógica

De verdad que esto esto no se puede calificar, ni clasificar. Yo que todo lo tengo etiquetado, que le pongo etiquetas a los tuppers en el congelador y que pego post-it por toda la casa, llega el día en el que me harté de los nombres. 

Y es que para esto aún no se ha creado nombre que pueda difinir la situación. Hay cosas sin nombre y ya. No quieres, si quiero, no puedo, si puedes, no ahora, si después, si al rato, no en minutos. Es de locos, la vida es locura. 

Yo que doy saltos en mundos que son más grandes que yo, donde la realidad supera a la ficción. Cuentos que nadie creería e historias con moraleja. Escritora de un libro que aún no tiene final, que todavía escribe el argumento con un final donde parece que los personajes se me escapan de entre las páginas y ellos cogen la pluma. 

Porque se fueron, por que volvieron. Porque nada es lógico y no hay lógica. Porque no es lo que quiero escuchar, ni oír, ni leer, porque no es lo que se espera, porque ya no espero nada. Porque todo será como tenga que ser. Porque he de aplicar el ya conocido "Carpe Diem" a mi vida estructurada, a esa que está organizada, planeada y pensada. 

Estoy construyendo la torre de Babel, consiguiendo que llegue y toque el cielo. Un problema se suma a otro y así pieza a pieza encaja. Lo difícil parece imposible, y lo imposible impensable. La torre de Babel se puede destruir, es una torre, solo hay que quitar alguna pieza de su base y caerá. 

jueves, 23 de abril de 2015

Así me enfado....

Pues nada, aún no me decanto en si creer en esto de los signos del zodiaco, aún así me encanta leer estas cosas. Y así se supone que me enfado por ser Virgo. 

Virgo
Virgo es un signo de predisposición nerviosa, que busca continuamente la perfección y que se estresa con facilidad, sin embargo no es de enojarse. Es capaz de enfadarse más consigo mismo que con los demás.
El lógico y bueno de virgo comprende a cada persona y entiende que cada cual debe ocuparse de sus errores. Ahora bien, la falta de consideración y respeto, el incumplimiento de la palabra o la falta de ética, le hacen hervir la sangre.
Casi siempre controla sus emociones y parece imperturbable o demasiado sereno ante el conflicto. No te lo creas, la procesión va por dentro.En pocas ocasiones, cuando la furia lo supera, puede reaccionar sorpresivamente revoleando algo, o pegándole fuertemente a la mesa.Como ocurre con la mayoría de los signos, es mejor dejarlo hasta que se le pase. Si la sigues, puedes terminar deteriorando para siempre tu relación con ellos
Cuando virgo se aplaca, es el momento de explicarle el cómo y el porqué de lo sucedido. No vayas a querer acercarte ofreciendo falsas disculpas. Siempre tendrás que hacer las aclaraciones pertinentes y dar tus razones.
Es posible que se desahogue contándole a alguien sus problemas, pero no se desquitará ni vengará jamás.

¿Acierta? La verdad que en algunas de las cosas sí, otras no. Digamos que muchas veces soy de estallar, más que de llevar la procesión por dentro. Aún así si de verdad duele, entonces sí mejor por dentro. Curioso. 

lunes, 6 de abril de 2015

Perdón


Prometí quererte para siempre,
Y era cierto,

No había dudas en mi mente,
Si el destino tuvo planes diferentes,
Y te herí por accidente,

Perdón,

Si me solté de ti,
Si no te defendí,
Fue que mi corazón estaba ciego,
Que estupidez perderte,
Para verlo,
Lo siento,

No espero amor ni odio,
Ya tengo bastante con mi dolor,
Maldigo el episodio,
No llores que yo fui quien lo escribió,

Me esperan los demonios,
Que deja tu olvido,
Que juega conmigo,
Ya sé que es cobarde pedirte en una canción,
Perdón,

Perdón,
Si pudiera regresar el tiempo,
Esta vez no escondería lo que siento,
El silencio fue el engaño más violento,
Mi terrible experimento falló,

Si te alejé de mi,
Si te fallé y me fui,
Fue porque mis mentiras me daban miedo,
Tú me creíste
y yo me volví tan bueno,
Fingiendo,

No espero amor ni odio,
Ya tengo bastante con mi dolor,
Maldigo el episodio,
Lo peor es que fui yo quien lo escribió,

Me esperan los demonios,
Que deja tu olvido,

Que juega conmigo,
Ya sé que es cobarde pedirte en una canción,
Perdón,
Perdón.

martes, 24 de marzo de 2015

Palabras

¿Y porqué es tan difícil decir aquello que pensamos? ¿Dónde está la dificultad para transformar en palabras aquello que pasa por nuestra mente? Tenemos oportunidades que desperdiciamos a la hora de hablar. No importa si es bueno o malo, siempre pasa. 

A veces perdemos la oportunidad de decir "Te Quiero" por vergüenzas y miedos al rechazo, o no escucharlo de vuelta. Otras perdemos la oportunidad de decir "lo siento" porque nuestro orgullo está por encima nuestro y reconocer que algo lo hemos hecho mal puede ser un cataclismo para nuestra vida (¿no?) y otras porque te cansaste de pedirlas. Hay momento en los que nos tragamos un "te echo de menos" como si esas palabras salieran por nuestra boca convertidas en un monstruo malvado y  no menos doloroso. 

No sé muy bien que nos lleva a acallar aquello que pensamos. Puede que todo fuese más fácil con la verdad por delante, y es que no decirla no tiene que significar mentir, pero puede que si somos capaces de descubrir algunos de nuestros pensamientos (no todo, porque siempre es bueno guardar algo de uno mismo siendo egoístas) nos vaya bien y le demos a la otra persona la clave para llegar a conocernos y comprendernos, porque no nos conocerán si no nos dejamos y esa llave, esa decisión está solamente en nuestra mano. 

Sin embargo aunque parezca curioso también tenemos momentos en los que vomitamos las palabras, Hay quien lo hace solo cuando esta "borracho" pues ya conocemos la famosa frase que reza "los niños y los borrachos son los únicos que dicen la verdad" o hay quien ha llegado a su tope y entonces como si de un resorte se tratase empieza a escupir por su boca todas las palabras que ha estado cargando, sin pensar en lo que dice y cómo lo dice. Porque hay veces que no hay dobles intenciones en las palabras y las cosas son mucho más fáciles de lo que aparentan. 

Y es que sigo pensando que hay personas que se les da mejor las acciones que las palabras. Y hay a quien ni lo uno, ni lo otro. Lo que está claro es que las palabras se las lleva el viento pero pueden hacer más daño que las acciones. Y si no se te da bien nada, pues más vale que aprendas a solucionarlo porque todos y digo todos, esperamos algo de alguien. Y esperar y no recibir es lo que más duele. 

domingo, 22 de marzo de 2015

Sonrisa torcida

No entiendo qué ha pasado, estaba todo normalizado, como siempre y de un momento a otro todo cambia. Lo que debería estar a los pies, está a la cabeza, eso que debería ser blanco ahora se ve negro, y lo que parece un sueño se va transformando en una realidad dura y dolorosa. 

Y sabes que te mantienes dura, pero es que lo más mínimo te saca de tus casillas. Y entonces pasa que un congelador descongelado hace estallar la bomba como no lo había hecho nada más antes. No sabes si es el coraje de esa comida que tendrás que tirar o de que se ha juntado todo lo guardado durante horas. 

Y es que tienes los ojos rojos, un grito callado y guardado en la garganta, muchas preguntas en el aire, una sonrisa torcida y un temblor imparable. Días en los que tal vez no haberse levantado hubiese ayudado, pero lo cierto es que la realidad golpea, llama a tu puerta y te hace levantarte. 

Mañana será más y dolerá menos. Mañana un nuevo día que espero llegue pronto. 

lunes, 2 de marzo de 2015

Un colacao

Días en lo que lo más simple te agobia, en los que tu cabeza trabaja a una velocidad desenfrenada, en los que cuanto más le pides descansar más giros y vueltas da. En los que te agobia lo que sientes y lo que quieres. Esos días en los que necesitas descansar, irte pronto a la cama, dormir y no soñar, porque los sueños también están contra ti. 

Porque el que te digan "has cambiado" ya no es ninguna novedad, porque dicen que cuando se hace daño una persona no es la misma y es verdad, pero sin embargo guarda la esencia. Porque ya no hace reír lo mismo pero si cosas nuevas. Porque te sientes capaz de muchas cosas pero de otras no. 

Y sólo se tiene gana de llegar a "casa" y sentir ese calor que te ofrece un hogar, cerrar los ojos y dejar volar la imaginación como siempre, para pensar que no existe nada más allá de lo que se huele, se escucha y se siente. Ese sitio en el que estás mala y se levantan para hacerte un colacao sin importar la hora, donde te convierten en michelín solo para que no pases frío, te abrazan cuando lo necesitas, te escuchan y te dejan ser más tú que en ningún lado. Porque puede que tal vez sólo se necesite algo así para darle un revés al día. 


domingo, 15 de febrero de 2015

No ni na

Escribo en el blog porque me gusta de vez en cuando pulsar las teclas del ordenador y crear textos, historias inventadas, pensamientos y delirios, otras para escribir sobre mí o compartir pequeños textos que encuentro, pero hoy lo hago para desahogarme. Porque estoy enfadada con el mundo y conmigo. 

Y es injusto, muy injusto enfadarme con el mundo porque no tiene culpa de nada, porque simplemente sigue su curso sin pararse. Pero me molesta esa gente que no entiende algo porque no quiere hacerlo, que bloquea mis pasos pero no para los suyos. Personas que se creen con el derecho de manejar y manipular una vida mientras ellos hacen todo lo que quieren, sin importarles nada ni nadie más que ellos mismos. 

Tengo rabia guardada y contenida. Y no es que esto me impida seguir con mi vida, de hecho cada vez estoy más segura de lo que quiero y de como lo quiero. De no abandonar aquellas cosas que me hacen feliz y me roban sonrisas. Digamos que cuantos más golpes recibo o más difícil se me ponen las cosas, más determinación tomo en seguir con aquello que se supone la gente no quiere que consiga. Porque si alguien me dice "no" yo les diré "no ni na" como buena andaluza que soy. 

Así que no tengo muy claro como terminará todo esto, pero se lo que quiero y se que voy a luchar por ello, porque nadie más que una misma persona puede decidir que tendrá en su vida y como desea vivirla. 

miércoles, 11 de febrero de 2015

No hagas nada

No me tientes. No me busques. No me cojas cuando paseamos por la calle y acaricies el dorso de mi mano. No me acerques hacia a ti y me beses en la cabeza para infundirme animo. No me mires con intensidad que quema. No me piques sólo porque te gusta mi reacción y quieras escuchar mis quejas. No susurres palabras que no olvidaré, ni sonrías ante cada locura que suelto por mis labios. No reserves el último trozo de tarta  porque busques consentirme. No dejes mensajes ocultos cuando te vas y tampoco impregnes mi ropa con tu olor. No me abraces cuando menos me lo espere, ni tampoco me "regañes" entre sonrisas. No me hagas reír hasta llorar. No me sientes en tus piernas y me hables de ti. No aceptes mi pasado y planees un futuro junto a mí. No me lleves a sitios que nunca estuve, ni me descubras nuevos mundos. No me digas "guapa" cuando más descuidada estoy. No hagas lo simple increíble y lo increíble, inolvidable. 

No hagas nada de esto porque conseguirás que te quiera, porque puede que te pida que me quieras. Porque tal vez yo quiera hacer lo mismo.

domingo, 25 de enero de 2015

Culpa mía

Soy de esas personas que huyen con un problema, de esas que prefieren meter la cabeza bajo tierra y hacer como que no ocurre nada aún si todo se ha torcido, sin darse cuenta que eso no hace que el mundo se pare y las dificultades desaparezcan. Pero luego soy  también de esas personas egoístas que si no salen las cosas como espera también se molesta, soy inmadura por naturaleza o lo era, porque todo ha cambiado. 

Es culpa mía la situación que vivo, no es de nadie más. No puedo echarle la culpa a nadie, de lo que yo vivo en mi vida. Y es que no me gusta como estoy viviendo algunas cosas y como he vivido otras, porque ahora involucran a gente que de verdad quiero y sinceramente es una m_ _ _ _ _. 

Necesito solucionar una parte de mi vida, y sinceramente aún no se muy bien como voy a hacerlo, pero se que se me acabó el miedo, si todo tiene que explotar que lo haga, protegeré como mejor pueda a los que me rodean si hace falta haciendo de escudo. Pero ya me cansé del miedo, porque si yo pierdo no seré la única, porque madurar también es saber aceptar que tus actuaciones tienen consecuencias sean justas o injustas. Y porque no es ya por mí, sino por los que quiero, porque se merecen mejores cosas que las que les estoy dando. 


miércoles, 14 de enero de 2015

¿Príncipes azules?

No me gustan los príncipes azules, ni los quiero, porque ni soy princesa, ni de ningún color que quede bien con el azul. Tampoco busco un super héroe que solucione mi vida y problemas, que me coja en volandas y me proteja. 

Quiero golpearme en la vida, quiero sentir la dureza del suelo, el salado de las lágrimas y el sabor de la sangre, quiero sentirme viva y vivir. Pero si quiero alguien que me pregunte como estoy, que me ayude a sanar, que me quiera y se preocupe por mí, que sólo con mirarme a los ojos o escuchar el tono de mi voz comprenda que no estoy bien. 

Me gustará que en los días buenos planee conmigo viajes a sitios desconocidos, que me llame de forma inesperada y de forma cariñosa, que decida jugar conmigo una partida de ajedrez o simplemente me cuente su día a día. Pero también me gustará que en esos días malos sea capaz de no ser príncipe y ser sapo, de decirme lo que piensa, de nunca hacerme escuchar lo que quiero y sin necesidad de hablar hacerte saber que está. 

Prefiero mi sapo, un sapo con imperfecciones, un sapo verde o marrón, un sapo que le guste jugar y no matar dragones, que decida malgastar su tarde de domingo en casa contigo a salvar el mundo, que en lugar de utilizar una espada utilice sus palabras y su mirada. Un sapo que haga real la historia y no un sueño maravilloso, porque cuando se despierta todo se esfuma. 

 

jueves, 8 de enero de 2015

Llegará alguien...

Hay días que no entiendes como, ni porque, una conversación intrascendente con alguien, toma una relevancia insospechada en el primero de los saludos. Y te das cuenta de que esas palabras que se dicen van más haya de un simple hola, que te sientes cómoda hablando de temas que creías no hablarías y tampoco sabes muy bien como se han llegado a ellos, pero lo cierto es que no te importa. 

Y puede que no tenga importancia si solo sucediese una vez, pero la cosa se "complica" y me refiero con ello a intuir que no hay marcha atrás por el grado de confianza que se va obteniendo, cuando te das cuenta de que pierdes las barreras que tienes y que no hay incomodidad con ningún tema. Cuando puede que te enfades por algo y no te estés preocupada porque vaya a desaparecer, sino en simplemente dar tus argumentos para que te entienda, o cuando sabes que hay cosas que quieres cambiar en ti por no hacerle daño a él. 

Y en definitiva, todo esto se trata de saber o imaginar que alguna vez pasará, que llegará alguien a mi vida que me haga ser yo misma y ser feliz. 

lunes, 5 de enero de 2015

Cambiamos de año

Empieza un nuevo año con 365 oportunidades de hacer cosas bien, de proponerse cambiar pequeñas cosas que no terminaron de gustarnos en el año que se nos ha ido lleno de recuerdos, de luchar por mantener otras o simplemente de adoptar nuevas costumbres. 

No importa cuál sea la situación que estamos viviendo, estoy segura que todos tenemos siempre algo por lo que sonreír. Tenemos siempre dos opciones y hay que buscar siempre aquella que consigue mover esos músculos faciales que nos sacan una sonrisa. 

Siempre me gusta hacer balance del año que termina, mucho más que hacer propuestas para un nuevo año que probablemente deje olvidadas en un papel. Y si lo miramos de forma general puedo decir que ha sido un año bueno, mucho mejor que el 2013. Que este año me ha traído gente importante a mi vida, gente con la que se que cuento, que la vida me sigue enseñando cosas, pero me da nuevas oportunidades de intentar otras. Y sobre todo me ha enseñado a ver que la felicidad sólo hay que buscarla no esperar que llegue y puede que esté en gente y cosas que nunca antes habías pensado o dado oportunidad. 

Y quiero acabar esto con dos de los mejores consejos que me han dado en este año que ya se ha terminado: "Nadie vale más que tú" y "Si está seguro de algo no importa como te expliques que conseguirás que te entiendan".