domingo, 20 de mayo de 2012

Cumpleaños

Esta semana ha estado marcado por la celebración de dos cumpleaños. Uno mucho más importante que el otro para mí, pero en las que he estado presente en ambas fiestas. 
Tengo que decir que me encantan los cumpleaños. Me parecen que son días geniales, para las personas que lo celebran y para quienes están con ellos. Son días para estar contentos, sin importar la edad que cumplas. Soy una persona que no le encuentra problema a hacerse mayor, cada edad tiene una cosa diferente y no hay que darle muchas vueltas sino intentar disfrutar de lo que se tiene en cada momento. 

Aunque lo verdaderamente importante para mi, cuando se trata de mi cumpleaños, es que la gente se acuerde de la fecha y me felicite. No es que no quiera regalos, a todo el mundo le gusta, para que engañarnos; pero para mi es mucho más especial que alguien me llame y me felicite, o me de un abrazo y me diga felicidades, a que venga con un super regalo o que me escriba en una red social una felicitación que no tiene más sentido que la de haberse dado cuenta gracias al recordatorio que aparece en uno de los lados.

El hecho de cantar cumpleaños feliz, de estar al lado de una persona que vive un año más, de ver sus sonrisas, de regalarle o no algo, junto con alguien y tener que pensar cómo puedes acertar o no, compartir risas y buenos momentos, estar ahí y saber que aunque pase el tiempo ese día será recordado si o si y tu estarás ahí! 

Por eso quiero dejar además de en la celebración mis felicitaciones. ¡Felicidades! Felicidades por ser un año más mayor, por dejarme estar celebrándolo, por participar en esos momentos que se recordarán con el tiempo. Por poder reír tanto y tantas veces. ¡Felicidades!

domingo, 13 de mayo de 2012

Encuestas de satisfacción personal

He recibido una de esas llamadas de vodafone, que te preguntan acerca de tu satisfacción con el producto. En este caso, de tu conformidad o no con la tarifa que usas, con tu opinión personal acerca del trato con el cliente y si tienes alguna propuesta de mejora que hacer como usuario de este servicio.

Mis respuestas son positivas, ya que creo que ha todas he contestado con la máxima puntuación exceptuando una y solo por un pequeño detalle, pero simplemente porque todo hasta ahora ha sido perfecto. No tengo ninguna queja con el trato recibido, no tengo ninguna queja en cuanto a la calidad del producto, ni tampoco nada que cambiar ahora mismo. Cuando ha llegado el momento de comentar propuestas de mejora, lo único que se me ha ocurrido decir es que sigan saliendo tarifas que satisfagan a los clientes, como lo hace conmigo mi tarifa actual y la cuál no tengo planteamientos de cambiar. 

Pienso disfrutar de lo que tengo ahora mismo tanto tiempo como pueda y más. Me funciona perfectamente, no tengo quejas porque se adecua a lo que quiero y necesito y por que no decirlo también me hace feliz. Encaja perfectamente en mi vida esta tarifa y el trato es el mejor que he podido recibir hasta ahora. ¿Por qué cambiar lo que me hace bien y me hace feliz? 

miércoles, 9 de mayo de 2012

Lo especial de las cosas

¿Qué hace las cosas especiales? ¿De verdad hay algo especial para todos? ¿A lo especial de verdad se le puede poner precio y puede ser comprado?

Soy de las personas que creen que lo especial es individual y personal. No para todo el mundo será especial lo mismo, ni algo será especial para ti en todos momentos, porque no tendrá el mismo significado, aunque por supuesto siempre queda algo de especial y una sonrisa al recordar. 

Por ejemplo, no hay nada de especial en recibir una visita. Pero si esa persona llega de forma inesperada, si realmente no la esperas, te roba una sonrisa enorme. Si además de eso llega y llega por un momento que es especial, no solo te roba una sonrisa sino que supongo que también te regala horas de felicidad. 

O por ejemplo, una cena, como las que se ven en las películas. Creo que no se necesita de una comida cara, lujosa y con cosas que normalmente no comemos para que una cena o una comida sea recordada. Puedes cenar en el restaurante chino de al lado de tu casa con alguien y convertirse en especial, o como en el suelo de tu cuarto un kebap y ser también especial, o ir al campo y sentarte a comerte una tortilla hecha por ti, eso es especial si lo compartes con la gente adecuada. 

Puede que derive al poner ejemplos, pero hoy me preguntaba. ¿Qué es lo especial de las cosas? Y la única solución plausible que encuentro es que todo depende de los sentimientos con los que envuelvas un momento o un objeto, además de con quién los compartes. Porque lo especial lo decides tú. 

domingo, 6 de mayo de 2012

Desanclando...

En la entrada anterior escribí que vivo anclada al presente, sin pensar mucho en el futuro. Pero si antes escribo algo como eso, antes se me da la situación de desatar los nudos de las cuerdas que me aferran al presente, para trasladarme a mi futuro. 

Mi futuro está lleno de deseos, sueños y millones de buenos momentos para poder vivirlos todos ellos con alguien especial, al igual que sueño hacerlo ahora en el presente. Porque los sueños y deseos que no cumplo todavía, los guardo en pequeños botecitos, para cuando llegue el momento adecuado poder abrirlos y que se hagan realidad. Si nunca los viviese, quedarán por siempre en ese rinconcito y sonreiré por aquellos que si he abierto y por haber podido al menos crear los que no tendré. 

Hace unos días fui realista en cuanto a mi futuro. No es fácil (esa es la conclusión), pero tampoco imposible (esa es mi personalidad). ¿En un futuro sufriré? Sí, pero igual que lo hará todo el mundo. No me espero un camino de rosas, seguro que tiene piedras más grandes o más chicas y algunas incluso que las ponga yo delante, pero éstas serán por decisión propia. El futuro que creo que me espera, es el futuro que quiero, sea de una manera o de otra, porque será fruto de lo que tengo ahora, y lo que tengo y vivo ahora me hace feliz, muy feliz. No lo cambio y lo voy a mantener, porque si soy feliz como nunca quiere decir que esa es mi felicidad. 

miércoles, 2 de mayo de 2012

Anclajes

No hace mucho me han dicho que vivo anclada en el presente, que soy la perfecta representación de la conocida frase latina "Carpe Diem", que no me paro a pensar en lo que el futuro me depara o lo que me puede ocurrir. No creo que eso sea un 100% cierto, pero tampoco puedo negar que la mayor parte del tiempo viva así.

No quiere decir que no piense en el futuro, siempre lo pienso y le doy vueltas, pero por más que lo haga nunca sabré que es lo que me pasará mañana, en dos semanas y ni siquiera en cinco minutos. Así que al no tener ninguna pequeña pista de lo que me depara, no tiene sentido preocuparse por lo que pueda venir, ni preparar una actuación para un por si... porque primero nunca sabrás si llegará el momento de ponerlo en práctica y porque cuando normalmente piensas algo, luego sale todo lo contrario. 

Es por eso que vivo el presente, intento disfrutar el momento y sonreír, pasarlo con las personas que quiero, y no para de hacer cosas porque quizás luego ya no podré. No me gusta perder oportunidades y tampoco lamentarme por lo que ya hice, porque el pasado tampoco es un lugar para quedarse ni para poder hacer algo. Con lo cual, tal vez, tengan razón y vivo anclada a mi presente, sin pararme a pensar mucho en mi pasado y mucho menos en mi futuro. Porque cuando llegue el momento oportuno me tocará sonreír, llorar y luchar, me tocará abrazar, sentir y sufrir. Pero como no se cuando tocará no me preocupa. 

Sólo me preocupa ser feliz y hacer feliz a la gente que quiero. Intentar que nadie sufra si se puede evitar y que cuando me toque a mí, solo se que voy a luchar por mi felicidad hasta el final, porque no se perder sin haberlo intentado.