Hay días en los que nada más levantarte sabes perfectamente que nunca deberías haber dejado de soñar con los ojos cerrados y haber salido de entre las sábanas que te rodeaban.
Te esfuerzas en verle el lado positivo a todo, no piensas en lo que hay sino en lo que tuviste, siendo el primer error del día, ya que el pasado nunca será el momento que vives. Pero aún así le buscas la sonrisa a la situación.
Pasa el medio día y todo ha transcurrido tal vez como te esperabas, sólo y tal vez pero llega el medio día dónde entre prisas y lo que no son prisas se tuerce de alguna manera y aún así también quieres pensar que eres tú e intentas sacarle una nueva sonrisa al día. Continuas y echas a andar, lo pasado pasado está, ¿no?

Y aún así no ha terminado aún el día, nunca se pierde la esperanza de que en un segundo todo sea mucho mejor. Y parece que está pasando ahora mismo, así que voy a agarrarme a ese rayito que pasa por mi lado ahora mismo. ¡Hasta otra!
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