
Ahora que estoy lejos de los míos, lejos de la gente que quiero y en un sitio donde todavía no encuentro mi lugar, entiendo la importancia de una abrazo, una sonrisa o la posibilidad de quedar para verlos. Echo de menos lo que fue y veo como a la vez que mi vida cambia, cambia la vida de la gente de mi alrededor, porque todo afecta a todo.

Y mientras escucho el tic tac incansable de reloj, más me convenzo de que todo cambio implica una diferencia en mi vida. Pero ahora mismo voy a intentar que esa diferencia sea menos notable de lo que ya lo es, porque hay cosas en mi vida a las que no estoy dispuesta a renunciar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario