
Estoy enfadada, de hecho podría decir que rabiosa, como una bomba a punto de estallar, como esa olla exprés que está a punto de dar vueltas. Me he enfadado con el mundo, por mi y sobre todo por ti. Porque no mereces lo que te ha tocado, porque la vida me demuestra lo malditamente injusta que es. La vida es puta y te ha tocado una de esas jugadas que nadie quiere y parece que siempre tocan de lejos.

Y es que no me importa que no seamos familia, porque la familia muchas veces se escoge, porque he tenido contigo lágrimas y millones de risas y momentos. Esos que aún tenemos que multiplicar. Mientras no paro de darle vueltas a la cabeza, me quedo con mi único pensamiento, y con las ganas de poder estar más cerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario