martes, 24 de marzo de 2015

Palabras

¿Y porqué es tan difícil decir aquello que pensamos? ¿Dónde está la dificultad para transformar en palabras aquello que pasa por nuestra mente? Tenemos oportunidades que desperdiciamos a la hora de hablar. No importa si es bueno o malo, siempre pasa. 

A veces perdemos la oportunidad de decir "Te Quiero" por vergüenzas y miedos al rechazo, o no escucharlo de vuelta. Otras perdemos la oportunidad de decir "lo siento" porque nuestro orgullo está por encima nuestro y reconocer que algo lo hemos hecho mal puede ser un cataclismo para nuestra vida (¿no?) y otras porque te cansaste de pedirlas. Hay momento en los que nos tragamos un "te echo de menos" como si esas palabras salieran por nuestra boca convertidas en un monstruo malvado y  no menos doloroso. 

No sé muy bien que nos lleva a acallar aquello que pensamos. Puede que todo fuese más fácil con la verdad por delante, y es que no decirla no tiene que significar mentir, pero puede que si somos capaces de descubrir algunos de nuestros pensamientos (no todo, porque siempre es bueno guardar algo de uno mismo siendo egoístas) nos vaya bien y le demos a la otra persona la clave para llegar a conocernos y comprendernos, porque no nos conocerán si no nos dejamos y esa llave, esa decisión está solamente en nuestra mano. 

Sin embargo aunque parezca curioso también tenemos momentos en los que vomitamos las palabras, Hay quien lo hace solo cuando esta "borracho" pues ya conocemos la famosa frase que reza "los niños y los borrachos son los únicos que dicen la verdad" o hay quien ha llegado a su tope y entonces como si de un resorte se tratase empieza a escupir por su boca todas las palabras que ha estado cargando, sin pensar en lo que dice y cómo lo dice. Porque hay veces que no hay dobles intenciones en las palabras y las cosas son mucho más fáciles de lo que aparentan. 

Y es que sigo pensando que hay personas que se les da mejor las acciones que las palabras. Y hay a quien ni lo uno, ni lo otro. Lo que está claro es que las palabras se las lleva el viento pero pueden hacer más daño que las acciones. Y si no se te da bien nada, pues más vale que aprendas a solucionarlo porque todos y digo todos, esperamos algo de alguien. Y esperar y no recibir es lo que más duele. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario