miércoles, 2 de septiembre de 2015

Septiembre

Ha llegado ya Septiembre y con ello la incertidumbre que siempre le acompaña. Este es mi mes de la sorpresa, del cambio, de lo inesperado. Como cada Septiembre desde hace más o menos cuatro o cinco años, vengo esperando alguna llamada importante desde alguna terminal con decenas de números y que al descolgar el teléfono se escuche la voz de un hombre o una mujer que oferte la posibilidad de trabajar en algún nuevo pueblo o ciudad. 

Tal vez mi mes favorito sea éste. No solo porque se celebre mi cumpleaños (que ciertamente, tiene bastante que ver) sino porque me encanta, a la vez que me asusta lo desconocido, el saber que pronto estaré trabajando rodeada de pequeños. 

Dejaré que Septiembre un año más me sorprenda, que cuando suene el teléfono se me encoja el estómago y piense "ya" y no me tranquilice hasta escuchar el lugar en el que estaré viviendo o los próximos nueve meses, o tal vez, algunas semanas. Son demasiadas variantes que cuesta afrontar y asimilar, pero que no hay más remedio que aceptar. 

Así que Septiembre, dejaré que me sorprendas como de costumbre has venido haciendo...


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