martes, 26 de junio de 2018

Fin de curso

Hay días cargados de emociones, donde la tristeza, nostalgia y felicidad contenida abarca más espacio del que por naturaleza les dejaríamos. Empiezas a ver despedidas, abrazos, sonrisas, incertidumbres, charlas animadas y alguna que otra lágrima. 

Y es ahora cuando sientes que otro ciclo se acaba, que las despedidas vuelven a ti a pesar de no gustarte nada, pero en las que a pesar de todo has vivido un año único, divertido, con mil recuerdos, sonrisas, salidas nocturnas, tapas y bares, risas, noches de guitarra y canciones desafinadas, viajes, tuppers descongelados que luego cenas, rutas a pie y en barco, tardes de playeo y mil recuerdos más. 

Echarás de menos a esos alumnos que te han hecho la vida más intensa, a esos que te abrazan sin motivo, a los que tienen picardía y lo saben, a los que te sacan de tus casillas, a los que siempre tienen una sonrisa, a los que cuesta convencer y a los que se convencen pronto, a los que están siempre dispuestos y a los que te cuesta más, a los que te cuentan todos y a los que les da vergüenza hablar contigo. En general, esos niños que han hecho de tu curso un año maravilloso, porque al final solo quedan los buenos recuerdos y el saber que se van a una nueva etapa. 


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