domingo, 6 de mayo de 2012

Desanclando...

En la entrada anterior escribí que vivo anclada al presente, sin pensar mucho en el futuro. Pero si antes escribo algo como eso, antes se me da la situación de desatar los nudos de las cuerdas que me aferran al presente, para trasladarme a mi futuro. 

Mi futuro está lleno de deseos, sueños y millones de buenos momentos para poder vivirlos todos ellos con alguien especial, al igual que sueño hacerlo ahora en el presente. Porque los sueños y deseos que no cumplo todavía, los guardo en pequeños botecitos, para cuando llegue el momento adecuado poder abrirlos y que se hagan realidad. Si nunca los viviese, quedarán por siempre en ese rinconcito y sonreiré por aquellos que si he abierto y por haber podido al menos crear los que no tendré. 

Hace unos días fui realista en cuanto a mi futuro. No es fácil (esa es la conclusión), pero tampoco imposible (esa es mi personalidad). ¿En un futuro sufriré? Sí, pero igual que lo hará todo el mundo. No me espero un camino de rosas, seguro que tiene piedras más grandes o más chicas y algunas incluso que las ponga yo delante, pero éstas serán por decisión propia. El futuro que creo que me espera, es el futuro que quiero, sea de una manera o de otra, porque será fruto de lo que tengo ahora, y lo que tengo y vivo ahora me hace feliz, muy feliz. No lo cambio y lo voy a mantener, porque si soy feliz como nunca quiere decir que esa es mi felicidad. 

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