miércoles, 2 de mayo de 2012

Anclajes

No hace mucho me han dicho que vivo anclada en el presente, que soy la perfecta representación de la conocida frase latina "Carpe Diem", que no me paro a pensar en lo que el futuro me depara o lo que me puede ocurrir. No creo que eso sea un 100% cierto, pero tampoco puedo negar que la mayor parte del tiempo viva así.

No quiere decir que no piense en el futuro, siempre lo pienso y le doy vueltas, pero por más que lo haga nunca sabré que es lo que me pasará mañana, en dos semanas y ni siquiera en cinco minutos. Así que al no tener ninguna pequeña pista de lo que me depara, no tiene sentido preocuparse por lo que pueda venir, ni preparar una actuación para un por si... porque primero nunca sabrás si llegará el momento de ponerlo en práctica y porque cuando normalmente piensas algo, luego sale todo lo contrario. 

Es por eso que vivo el presente, intento disfrutar el momento y sonreír, pasarlo con las personas que quiero, y no para de hacer cosas porque quizás luego ya no podré. No me gusta perder oportunidades y tampoco lamentarme por lo que ya hice, porque el pasado tampoco es un lugar para quedarse ni para poder hacer algo. Con lo cual, tal vez, tengan razón y vivo anclada a mi presente, sin pararme a pensar mucho en mi pasado y mucho menos en mi futuro. Porque cuando llegue el momento oportuno me tocará sonreír, llorar y luchar, me tocará abrazar, sentir y sufrir. Pero como no se cuando tocará no me preocupa. 

Sólo me preocupa ser feliz y hacer feliz a la gente que quiero. Intentar que nadie sufra si se puede evitar y que cuando me toque a mí, solo se que voy a luchar por mi felicidad hasta el final, porque no se perder sin haberlo intentado. 

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