Hay días en los que no se tiene tiempo para reflexionar o simplemente no lo hacemos por no querer hacerlo. Pero hoy en contra de todo pronóstico, me han lanzado dos preguntas que me han hecho pensar mucho más de lo que creía: "¿qué cambiarías de tu mundo?" y "si hoy fuera tu último día ¿qué harías?".
La entrada está hecha más que por otra cosa, porque no he podido dejar de reírme cuando con un café por delante y una cara seria me han dicho "tengo una pregunta trascendental que hacerte" y no he podido dejar de pensar que ese momento se merecía un poco de protagonismo en mi blog.
Pues bien, con la tontería he dedicado parte de mi tarde en el intento de dar respuesta a estos dos interrogantes. A la primera de ella tras diez minutos pensando, he llegado a la conclusión de que si no había encontrado ya una respuesta, todo indicaba que no había nada que mereciese un cambio. Mi vida ahora es diferente a como era hace simplemente unos meses, hay momentos diferentes, más complicados o más fáciles, pero está bien como está. Soy afortunada de tener trabajo y poder dedicarme a lo que realmente me gusta y me hace feliz, tengo una buena relación con mi familia y unos grandes amigos. Mi vida sigue avanzando y no quiero cambiar nada de ello.
Mientras tanto sigo viviendo mi día a día, disfrutando de los momentos que como el día de hoy me ha regalado y me han hecho feliz, muy feliz, donde las risas me han acompañado durante toda la tarde y donde el final ha sido un gran final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario