lunes, 26 de diciembre de 2011

Sin palabras

A lo largo de mi vida pocas veces me he quedado sin palabras. Soy una persona que siempre tiene un comentario listo para decir, alguien que si se encuentra bien tiene palabras para todos y habla como dicen "por los codos" o hasta debajo del agua (y esto lo he hecho de verdad). 

Pero ayer me pasó lo contrario, tuve un momento en el que no encontraba palabras para decir lo que pensaba o sentía, para hacer saber lo que me parecía o para hacer llegar a los demás la alegría que podía sentir en ese momento. Y lo peor es que a día de hoy, no se como hacerlo. 

Con lo cuál, he llegado a la conclusión de que hay veces que los sentimientos nos desbordan, van más allá de nosotros mismos, son tales que no se pueden expresar, un agradecimiento no es suficiente, a veces las lágrimas tampoco lo son, una sonrisa es muy débil, un abrazo muy débil y una mirada muy poco. Y entonces llega el momento en que no sabes como hacer para que la otra persona o el resto conozcan la intensidad de lo que sientes, porque se hace imposible, porque simplemente no puedes, y solo te queda esperar que el resto vea esa punta del iceberg que se esconde dentro de ti. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario