jueves, 10 de noviembre de 2011

Tarde de lluvia

Hoy se me ha nublado la vista dos veces, hoy se han deslizado por mi rostro lágrimas traicioneras que me dejaban indefensa ante las verdades que escuchaba y yo misma decía. He enfrentado a una de las personas más importantes ahora mismo en mi vida, con palabras que posiblemente hayan herido y que se negaban en un principio a salir de mi garganta. 

Y ahora todo lo que siento es miedo y ganas de seguir llorando. Miedo porque sólo esta persona es capaz de ver a través de mí, a través de mi coraza y verme llorar, sentir que le tengo tanta confianza que no me importa lo indefensa que pueda verme porque nunca lo utilizará en mi contra, porque si caigo se agachará a mi lado y me ayudará a levantarme, porque si sigo llorando hará que deje de llorar. Y quiero seguir llorando porque aunque la conversación ha terminado, he tenido tanto miedo de que cambien las cosas, tengo aún tanto miedo de que ya no todo sea igual, que asusta.

Lo raro es que no me arrepiento de haber sido sincera, tampoco cambiaría lo que ha pasado, porque aún así creo que esto, aunque solo es un poco, me ha hecho crecer, me hace ver que puedo enfrentar los cambios, y por sobre todo que tengo a alguien que le importo más de lo que yo nunca hubiese imaginado, y a pesar de no poder nunca posicionarme en el lugar de otra persona, empiezo a leer en su rostro más allá de una sonrisa.

Ha sido una tarde de lluvia en mi vida, pero después de la tormenta llega la calma...

No hay comentarios:

Publicar un comentario