domingo, 22 de enero de 2012

Exámenes

Ha sido un fin de semana muy largo. Todo el fin de semana agobiada y por una única razón. Exámenes. Bueno, más bien sólo se ha tratado de una misma prueba, pero que he tenido que realizar en dos días: sábado y domingo. Con lo cuál mi fin de semana se reduce a la concentración de un agobio preprueba, cuando yo nunca anteriormente me había puesto así. 

El motivo es que realmente a mí me da igual aprobar o no este examen, es más, ni siquiera me preocupa mucho aprobarlo ahora o aprobarlo en un segundo intento (Junio). Lo que me preocupa realmente es no alcanzar la nota necesaria para pasarlo y decepcionar a la gente que me rodea y que ha creído en mí. 

Estoy segura de que si pasa esto, me dirán que no me preocupe, que puedo volver a presentarme, que siempre tendré otra oportunidad, que ellos saben que yo lo he intentando. Puede que todo eso sea verdad, pero no hace que yo vaya a sentirme mejor. Porque se supone que yo ya he pasado esta prueba anteriormente y no pasarla ahora es sinónimo de que algo está fallando. 

He tenido mil oportunidades de prepararlo y todas ellas, una por una, las he ido denegando. Cuando lo hacía no me sentía muy bien, pero puede ser que ahora sepa que no ha sido tampoco acertado. Tengo muy claro cuales eran los motivos que me llevaban a ello, pero no me daba cuenta que quizás también era el momento oportuno para ponerle fin a esos miedos y dar un paso hacia delante, porque al final lo que no quería hacer ha sido a lo que realmente me he enfrentado.

Sea como sea, los exámenes ya están hechos y terminados. Ahora sólo toca esperar los resultados.

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